Aprovechando el parón veraniego en el mundo de las encuestas, dejamos aquí otra entrada de datos. En este caso es solo una pincelada, una mera fotografía de un momento: Europa 2015. Variaciones brutas de población (incluye el balance vegetativo interno más el saldo migratorio, positivo o negativo), vía Maps on the Web, con datos de Eurostat.
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Como nos gusta el detalle, vamos a descender a... un detalle del mapa.
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Los desequilibrios regionales son muy claros. El interior, ya despoblado, sigue perdiendo peso, al igual que el noroeste peninsular, mientras el arco mediterráneo, el Ebro y Madrid lo ganan.
A nivel europeo, lo esperado: Alemania, Benelux, Suiza, Austria, Escandinavia y Reino Unido aumentan considerablemente en número de habitantes. Baby boom? No. Es por el fenómeno de la inmigración.
Y en lo referente a nuestra zona, me sorprende que Euskadi esté entre las pocas regiones que aumentan la población, junto a Madrid y la zona mediterránea. Aquí tenemos una natalidad muy baja y la inmigración no es tan acusada como en otros sitios.
La única explicación que le encuentro es que el flujo migratorio es mayor de lo que yo pensaba.
Y otro punto: la despoblación del interior peninsular va a ser uno de los mayores retos de las próximas décadas. Esa caída constante y sin frenos de la población tiene consecuencias directas en la economía y en la calidad de los servicios de la zona. Urge un plan de revitalización.
Turquía es el único país "europeo" que aumenta la población sin requerir de inmigración 'mind blown'.
Yo creo que todos estamos a favor de controlar la inmigración.
No conozco a nadie que abogue por unas fronteras totalmente abiertas sin ningún tipo de control.
La cuestión es cómo se lleva a cabo ese control, cómo se gestionan las peticiones de asilo y cómo evitamos la propagación de un discurso racista o antiinmigración.
En esta vida no todo es blanco o negro. Y en este tema tenemos que buscar un equilibrio entre un control efectivo de la inmigración y un respeto escrupuloso a los derechos humanos de TODOS.
Sé que es difícil, pero ahí está el reto.
La solución no es la de Salvini, dejando a cientos de personas varadas en medio del mar.
Y la solución tampoco es aplicar la política de fronteras abiertas a todo el mundo. No vivimos en un mundo "yuppi".