A las dos dimisiones que se produjeron en el gabinete de Pedro Sánchez en los tres primeros meses de su mandato, se había unido recientemente la situación de la ministra Delgado, en la picota como consecuencia de sus relaciones con el comisario Villarejo, que incluirían el conocimiento de la comisión de delitos (prostitución con menores) que no denunció.

Ahora se incorpora un nuevo rostro  a la lista, tras la revelación de la operativa fiscal poco clara del ministro de ciencia, innovación y universidades, Pedro Duque, quien al parecer habría creado ex profeso una sociedad instrumental con el único fin de declarar a través de ella la adquisición de un chalet en Jávea (Alicante).

Pedro Duque ha reconocido los hechos, en los que también está comprometida su mujer, embajadora de España en Malta, y afirma que la constitución de la sociedad se realizó por consejo del notario interviniente en la operación, para hacer más ágiles las notificaciones y el papeleo. También ha afirmado que 

En otros ámbitos se asegura que este tipo de operaciones tenían como finalidad básica acogerse a un régimen fiscal más favorable y soportar, por tanto, una menor presión fiscal.

De momento el gobierno de Pedro Sánchez guarda silencio y mantiene su apoyo a los ministros cuestionados, atribuyendo las acusaciones a una campaña orquestada por determinados medios bien conocidos.