El equipo de electomania.es se complace en anunciar el lanzamiento de un nuevo proyecto. En colaboración con electograph.com, una de las principales páginas web de política de España, ELECTOHUB.COM ya está disponible.
El objetivo de este proyecto es reunir en un mismo lugar los contenidos que publican ambas webs. Todas las entradas publicadas en electomania.es y electograph.com aparecerán automáticamente en ELECTOHUB.COM. De esta manera, los interesados en la política y las encuestas electorales podrán encontrar información de interés con facilidad.
Además, y como parte del acuerdo, electograph.com y electomania.es se convierten en webs asociadas y enlazadas entre sí.
Creemos que se trata de un paso que fortalece a ambas páginas en un año que se presenta apasionante desde el punto de vista político, con importantes elecciones en el horizonte. Las primeras, en Grecia el 25 de enero.
Esperamos que os resulte de utilidad.
Mitos sobre Grecia y sobre Europa, por Vicenç Navarro http://www.publico.es/opinion/articulos/mitos-grecia-y-europa.htm l" rel="nofollow">. http://www.publico.es/opinion/articulos/mitos-grecia-y-europa.html
El pensamiento económico dominante, que no es otro que el neoliberalismo, tiene su propio argumentario que utiliza constantemente para crear estados de ánimo que hagan más tolerables y aceptables sus propuestas, que siempre implican sacrificios para las clases populares. Estos argumentarios se repiten a través de los mayores medios de información y persuasión, convirtiéndose en la sabiduría convencional del país. Es decir, las “obviedades” promovidas por el pensamiento económico dominante se aceptan sin más, marginando a aquellos autores que las cuestionan. Estas “obviedades” son repetidas miles de veces por economistas mediáticos que intentan rezumar una seguridad que quiere aparentar competencia.
En cada una de estas obviedades, la evidencia que las avala es muy escasa, cuando no prácticamente nula. En realidad, tal evidencia (fácilmente accesible, por cierto) muestra su falsedad. Veamos varias de ellas, mirando primero lo que la sabiduría convencional dice y contrastándolo después con la evidencia que la contradice.
Primera supuesta obviedad. El problema de la Eurozona es que le falta liderazgo. No hay una figura o un poder político que lidere dicho proyecto. Le puedo citar un número largo de “gurús mediáticos” que, con un tono grave en su voz, resaltan esta falta de liderazgo como un problema mayor. Cualquier analista de las políticas públicas que están aplicando la mayoría de instituciones europeas (el Consejo Europeo, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo), así como los gobiernos de la Eurozona, observará una gran coincidencia en la mayoría de ellas, resaltando las políticas de recortes del gasto público (lo que popularmente se llaman “los recortes”) y de reformas estructurales encaminadas a rebajar los salarios. Y dirigiendo todas ellas está el gobierno alemán dirigido por la Sra. Merkel, que está liderando las políticas públicas de la Eurozona. A pesar de la enorme evidencia de que estas políticas están causando un enorme daño a las clases populares, estas se están llevando a cabo bajo la supervisión y el mandato del gobierno Merkel. ¿Qué más muestras quieren ver de que existe tal liderazgo? Ni un solo país se ha rebelado frente a estas políticas, por mucho que de vez en cuando aparezcan voces tímidas de protesta.
Segunda supuesta obviedad. Las políticas “irresponsables” de los países periféricos de la Eurozona (los llamados PIGS) están llevando a la Eurozona a un desastre, abriendo la posibilidad de que el euro colapse. Se recordará que el colapso del euro ha sido durante estos últimos años un temor promovido por los economistas neoliberales (y sus aliados, los economistas socioliberales), que constantemente alertaban de que, a no ser que los países periféricos actuaran más responsablemente (es decir, que se recortara más y más el gasto público y se bajaran más y más los salarios), el euro caería. De nuevo, les puedo citar a numerosos gurús mediáticos que estaban ya calculando el día y hora en el que el euro caería.
Pues bien, el euro no cayó, ni siquiera estuvo en peligro de caer, como indiqué en medio de la histeria del supuesto colapso (ver “Causas y consecuencias del euro”, Público, 26.07.12). Y la causa de que no hubiera ningún peligro de que cayese era muy fácil de ver. Al capital financiero alemán, el eje del poder financiero (y político) europeo, le iba pero que muy bien la continuidad del euro, con este desequilibrio de fuerzas dentro de la Eurozona. En realidad, no le podía ir mejor. Estaba creando un flujo de dinero de la periferia al centro que beneficiaba al establishment financiero y económico alemán. El euro, lejos de estar muriendo, tenía una salud muy robusta.
CONTINÚA...
Tercera supuesta obviedad. La victoria de Syriza en Grecia podría llevar a que Grecia fuera expulsada de la Eurozona. El programa de Syriza, que amenaza con reestructurar la deuda, e incluso impugnar un componente de ella, causará su expulsión. Esto lo habrá leído usted en los mayores medios miles de veces estos días. Todos los gurús mediáticos, incluyendo el gurú de El País, el Sr. J.C. Díez, lo han estado vaticinando. Y las voces conservadoras y neoliberales (incluyendo socioliberales) que dominan las tertulias están ahora augurando que Grecia terminará siendo expulsada. Y como prueba de ello se remiten a las declaraciones del Ministro de Finanzas alemán, de portavoces del FMI y un número largo de portavoces de la sabiduría convencional. Es el nuevo dogma mediático y político.
Pues bien, les aseguro que lo último que la banca alemana desea es que Grecia se vaya del euro. Y si no, esperen y lo verán. Y la causa de que a Grecia no la echarán de la Eurozona es que, si ello ocurriera, la banca alemana tendría un enorme problema. Alemania tiene invertidos 700.000 millones de euros en los PIGS, Portugal, Irlanda, Grecia y España (200.000 millones en este último). Esto es mucho dinero. Si Grecia es expulsada, es lógico que Grecia no pague esta deuda. Y el que tiene entonces un grave problema no es Grecia, sino Alemania. En realidad, todo el rescate a la banca española (para el que la UE ofreció hasta 100.000 millones de euros) era para pagarle la deuda a la banca alemana (como así constó en los discursos en el Parlamento Alemán, en el momento en que se tenían que aprobar tales fondos).
La victoria de Syriza significaría un paso para redefinir la dinámica Sur/Norte dentro de la Eurozona, lo que conllevaría por definición redefinir las relaciones de poder dentro de la Eurozona. En realidad, Grecia y España tienen más poder del que han tenido el coraje de utilizar. Y el poder es que deben muchísimo dinero prestado a Alemania, que este país no puede perder, lo cual ocurriría si estos países no pagaran. Si usted, lector, debe 100.000 euros a un banco y no los puede pagar, usted tiene un problema. Pero si usted debe 100.000 millones al banco y usted no los puede pagar, el banco tiene un gran problema. Y Alemania es plenamente consciente de ello. Ni que decir tiene que ahora todos los neoliberales y socioliberales se han movilizado para que Syriza no gane. Y utilizarán todo tipo de argumentos. Pero ello es parte de una narrativa que, como algunos hemos ido denunciando, carece de credibilidad. Así de claro.
En vista de que hoy es día de regalos, quisiera compartir con vosotros el libro “El control de los medios de comunicación” de Noam Chomsky (como no quiero crear problemas legales a Electomanía, si queréis leer el libro simplemente haced una búsqueda en google con el título y el autor y aparecerá como primer resultado).
Creo que es una lectura fundamental para entender como operan los poderes en la sombra a través de sus medios de propaganda para manipularnos como si fuéramos un rebaño.
Pequeña biografía de Noam Chomski extraída de http://www.infoamerica.org/teoria/chomsky1.htm
Nació en 1928 en Filadelfia, Pensilvania, Estados Unidos, hijo de un emigrante ruso. Estudió filosofía y lingüística en la Universidad de Pensilvania, donde se doctoró en 1955, año de su ingreso en el Massachusetts Institute of Technology (MIT). En 1961 obtuvo una cátedra en el Departamento de Lingüística y Filosofía del MIT, al tiempo que desarrolló otras actividades académicas en las Universidades de Princeton, Oxford, Cambridge, etc.
Es doctor 'honoris causa' de una treintena de universidades, entre ellas las de Londres, Chicago, Georgetown, Buenos Aires, Columbia, Pisa, Harvard y Nacional de Colombia.
Militante de la izquierda intelectual norteamericana, que algunos han calificado de socialismo libertario, se destacó en la oposición a la guerra de Vietnam, dentro de una actitud contra-sistema que ha mantenido a lo largo de su trayectoria profesional y política.
En numerosos artículos e intervenciones públicas sitúa a los medios norteamericanos como instrumentos estratégicos de poder, subordinados o dependientes de las grandes corporaciones económicas y de los poderes políticos afines, que contribuyen a describir y alimentar el discurso hegemónico de Norteamérica y su proyección internacional. Asimismo, analiza con detalle los mecanismos de censuras visibles e invisibles en los medios norteamericanos y las debilidades del sistema democrático en el campo de la comunicación.
Su obra es muy extensa, comprende más de treinta libros y centenares de artículos.
Han sido traducidos a la lengua española, entre otros muchos: La segunda guerra fría, Crítica, Barcelona, 1984; Conocimiento y libertad, Ed. Planeta-Agostini, Barcelona, 1986; La quinta libertad, Crítica, Barcelona, 1988; Los guardianes de la libertad (con Edward S. Herman), Crítica, Barcelona, 1990; Ilusiones necesarias. Control de pensamiento en las sociedades democráticas, Prodhufi, Madrid, 1992; El miedo a la democracia, Crítica, Barcelona, 1992; Política y cultura a finales del siglo XX: un panorama de las actuales tendencias, Ariel, Madrid, 1996; El Nuevo orden mundial (y el viejo), Crítica, Barcelona, 1996; Cómo nos venden la moto (con Ignacio Ramonet), Ed. Icaria, Barcelona, 1997; Perspectivas sobre el poder, El Roure Ed., Barcelona, 2001; Una nueva generación dicta las reglas, Crítica, Barcelona, 2002; Estados canallas: el imperio de la fuerza en los asuntos mundiales, Ediciones Paidós, Barcelona, 2002.
Disculpa Cifrero. Como economista (o casi) que eres ¿Es cierto que en las universidades se sigue enseñando economía con la tesis smithsoniana y prácticamente se omiten los estudios de Nash, Lipsey y Lancaster?
Estoy leyendo un libro de Walter Graziano (un economista argentino de pasado liberal), "Hitler ganó la guerra" que fue best seller en Argentina, en el cual, en su primer capítulo, desmonta toda los aportes del padre de la economía Adam Smith.
Dice Graziano: "Empecé recién a tener una cabal idea de todo esto a raíz de un hecho trivial, casual, cotidiano, como fue haber ido al cine a ver una película. El film en cuestión no era otro que Una mente brillante, la obra protagonizada por Russell Crowe, que ganó el Oscar a la mejor película del año 2001, en marzo de 2002. En realidad, se trata de un doble galardón porque la historia narra la vida del matemático John Nash, quien en 1994 obtuvo el Premio Nóbel de Economía por sus descubrimientos acerca de la denominada "Teoría de los Juegos".
Si bien la película tenía características altamente emotivas, debido a la mezcla de realidad y fantasía que el guión mostraba acerca de la vida de Nash, un detalle del mismo no podía pasar inadvertido para quienes ejercemos la profesión de economistas. Se trata sólo de un detalle, de un instante, de apenas un momento del film en el que el protagonista asevera que descubrió, literalmente, que Adam Smith —el padre de la economía —no tenía razón, cuando en el año 1776 en su obra La riqueza de las naciones esbozó su tesis principal —y base fundamental de toda la teoría económica moderna— de que el máximo nivel de bienestar social se genera cuando cada individuo, en forma egoísta, persigue su bienestar individual, y nada más que ello. En la escena siguiente de la película, el decano de la Universidad de Princeton, Mr. Herlinger, mira azorado los desarrollos matemáticos mediante los cuales Nash expone ese razonamiento acerca de Adam Smith y declara que, con ellos, más de un siglo y medio de teoría económica se desvanecía.
Como economista me debía hacer una pregunta: ¿se trataba de una verdad o de una alocada idea del guionista del film? Me puse a investigar, y lo bueno del caso es que se trataba... de una verdad. Ahora bien, lo que llama muy poderosamente la atención es que estas expresiones vertidas en la película hayan pasado inadvertidas para miles y miles de economistas. Que el público corriente, que no pasó años enteros estudiando economía, escuche que alguien descubrió que Adam Smith no tenía razón en su tesis acerca de la panacea que significaba el individualismo para cualquier tipo de sociedad, puede no llamar la atención, puede parecer hasta trivial. Pero a un economista no se le puede escapar, si está en una posición realmente científica, la real dimensión de lo que significaría la demolición del individualismo y de la libre competencia como base central de la teoría económica.
CONTINÚA...