Entre los principales titulares de hoy de La Voz de Galicia, nos encontramos estos:
1) Los gallegos, personas felices y enamoradas de su tierra (viene por una encuesta de Sondaxe)
2) Pierde la custodia de su hijo porque, según una jueza, reside en la «Galicia profunda». Esto viene acompañado del siguiente subtítulo: "Una magistrada de Marbella duda de que el niño «crezca en un ambiente feliz»".
Se me antoja difícil encontrar un ejemplo de supremacismo español más evidente, así de hasta qué nivel está podrida la judicatura española (y, por tanto, desprotegidos y amenazados los ciudadanos).
Valiente mamarrachos los de la mentira de la jueza y valientes mendrugos los que lo han difundido.
Informa Público que la localidad de la "Galicia profunda" aludida tiene una densidad de población en la media de Galicia y España y superior a provincias andaluzas como Almería, Granada, Córdoba o Huelva, así como de provincias con capitales autonómicas como Zaragoza, Navarra o Valladolid.
Entre los servicios de este pueblo perdido de la mano de Dios, se cuentan un centro de salud, tres farmacias y tres clínicas dentales en el ámbito sanitario y dos colegios y dos institutos en el educativo. Además pueden servirse de una notaría y seis despachos de abogados. Para hacer deporte existe un polideportivo y piscina con gimnasio, además del sempiterno campo de fútbol, y la infraestructura turística se nutre de varios hoteles, hostales y pensiones. Donde no hay color con Marbella es en sus maravillosas playas con hermosas puestas de sol y bastante menos masificadas.
Se ha aprobado la declaración institucional del Parlamento de Galicia en protesta ante la expresión "Galicia profunda" empleada por la jueza del tribunal andaluz.