La detención de Carles Puigdemont en Alemania, aparte de las reacciones en caliente que se están produciendo, tendrá, en frío, otra gran consecuencia: es probable que facilite la formación de un gobierno en Cataluña y suponga el final de la aplicación del artículo 155 en esa comunidad.
El gran obstáculo para la formación de un nuevo ejecutivo catalán era, hasta ahora, la CUP, cuyos votos son necesarios, y cuyas exigencias han tumbado una tras otra todas las iniciativas surgidas, hasta terminar por hacer imposible la designación ante el Parlament del candidato Turull, activando de paso el reloj de la investidura que terminará a finales de mayo con la convocatoria de unas nuevas elecciones autonómicas.
Pero muy probablemente no será necesario. Hasta ahora Puigdemont se negaba a renunciar a su escaño, considerando que todo lo que podía exigírsele era la sugerencia de candidatos alternativos, pero no que perdiera toda relevancia política real. Sin embargo, en la nueva situación, con una probable extradición que debe sustanciarse (también) en un par de meses, sin posibilidad de maniobrar ni de tener presencia pública, el expresident podría reconsiderar su decisión.
Aunque la opción preferida por los manifestantes «en caliente» y por los tuiteros independentistas era ayer la radicalización del «procès», apostando por la «investidura telemática» que llevaría a Puigdemont a presidir la Generalitat desde un calabozo alemán, lo cierto es que ese escenario, de confrontación directa, solo llevaría a la continuación de la aplicación del artículo 155 (el gobierno la impugnaría inmediatamente y podría conseguir fácilmente privarla de efectos jurídicos), al probable encarcelamiento del presidente del Parlament y, en definitiva, a un encallamiento de la situación.
La alternativa, mucho más simple, consiste en que dos diputados más de la mayoría independentista (por ejemplo, Puigdemont y Comín) renuncien a su acta de diputados. Al hacerlo, de rebote, la mayoría absoluta de un Parlament con menos miembros ya no necesitaría de la CUP, y entonces Junts per Catalunya y ERC podrían, con calma, pactar el nombre de un candidato o candidata que obtendría, por un voto de margen, la confianza de la cámara.
El resultado final de todo este camino sería la designación, en abril o mayo, de un presidente/a independentista pero no atado a la CUP, que pondría fin al artículo 155 y abriría un período de varios años en los que el frente soberanista podría reconsiderar su estrategia y hacer cosas con la finalidad de alcanzar sus objetivos desde la presidencia del Govern.
Cuando el fragor por la detención de Puigdemont pase (es decir, mañana mismo) este puede ser, probablemente, el nuevo escenario, salvo que el expresident se niegue a prestarse a él.
@josesalver
Pregunta abierta a los del PNV…
… si los del 155 son tan malos, ¿por qué pactasteis con ellos en el pasado? ¿Se ham vuelto malos de repente? Porque desde Aznar (mucho peor que lo actual), habéis pactado con constitucionalistas de distinto signo. Urkullu, Tejeria, Aburto, Goia, Urtasun… no rechazan ni rechazaron sus votos para sacar sus presupuestos, sus investiduras, cupo, etcétera.
… si los del 155 son tan malos, ¿por que seguís gobernando con ellos Euskadi? ¿Por qué no cesáis a los consejeros socialistas o a los concejales con responsabilidades de gobierno? ¿Por qué os presentáis a las elecciones europeas con CC? ¿Por qué no os salís del grupo europeo que compartís con Cs y UPyD?
… si los del 155 son tan malos, ¿se volverán buenos en un plin? Si mañana invisten a Artadi o a cualquier otra persona y se levanta el 155, ¿los presupuestos del PP ya serán aceptables? ¿Ya no habrá 'opresión' en España? ¿Ya no la ejercerá el Gobierno? ¿Saldrán los 'presos políticos' de la cárcel? ¿Se restaurará la separación de poderes?
Y sí, no se me caen los anillos por reconocer que he mezclado variados temas, pero, si el 155 condiciona la política nacional, presupuestaria, de pactos en el Congreso o la económica, ¿por qué no los pactos en Euskadi, los presupuestos vascos, las investiduras de allí o el grupo europeo?
Gracias de antemano.