Un 78,7 % de los españoles votaría a favor de permanecer en la Unión Europea, según el último ElectoPanel publicado por EM-Electomanía. Aunque el dato reafirma el alto nivel de apoyo a la integración europea, el desglose por electorados y la serie histórica muestran matices importantes que conviene analizar.
Un respaldo sólido y creciente
El apoyo al proyecto europeo se mantiene en una tendencia al alza desde 2023, tras una ligera caída experimentada durante el periodo 2021–2022. El porcentaje actual (78,7 %) roza los máximos de la serie, consolidando a España como uno de los países más pro-europeos del continente.
Frente a ello, solo un 15,7 % se muestra favorable a abandonar la UE, mientras que un 5,6 % se declara indeciso o prefiere no contestar.
Apoyos transversales… con excepciones
El respaldo a la UE es transversal, pero no uniforme. La adhesión es total (100 %) entre votantes de partidos nacionalistas (CCa, PNV, Bildu, ERC), del animalismo (PACMA) y entre los votantes socialistas (PSOE, 96,1 %). También es muy alta entre los electores de partidos de centro y centroderecha como PP (85,1 %) o Sumar (85 %).
Sin embargo, se detectan bolsas significativas de euroescepticismo en los votantes de:
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Vox: solo un 21,6 % apoyaría seguir en la UE; el 68,1 % votaría por salir, el dato más elevado de todos los partidos.
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SALF (Se Acabó la Fiesta): apenas un 7,7 % apoyaría seguir, frente a un 61,5 % que votaría por abandonar.
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Votantes que optarían por nulo, otros o abstención: concentran también altos porcentajes de rechazo al proyecto europeo (entre el 35 % y el 45 %).
Esta polarización muestra cómo el eje pro/anti UE se está convirtiendo en una línea divisoria relevante en la política española, particularmente entre los extremos del espectro ideológico.
El efecto de la abstención
Uno de los hallazgos más significativos del panel es el escaso entusiasmo europeo entre quienes se declaran abstencionistas. Solo el 55,4 % de ellos votaría por seguir en la UE, mientras que un 35,4 % optaría por abandonarla. Es una señal de desafección que podría tener implicaciones en futuras campañas europeas.
Conclusión
España sigue siendo un país fuertemente proeuropeo, pero con crecientes divisiones internas. La integración europea goza de amplio consenso entre los partidos del arco constitucional, pero la eurofobia gana fuerza en los márgenes del sistema, particularmente entre los votantes de nuevas formaciones antisistema.
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