Las previsiones de la OCDE sobre la variación del PIB de sus países miembros prevé dos escenarios, uno menos desfavorable y otro más negativo. En ambos casos, pero sobre todo en el más negativo, España se sitúa entre los países con una evolución previsible peor.
En concreto, en el segundo escenario experimentaríamos la mayor caída de todos los países contemplados, con un desplome del PIB del 14,4%.