Finlandia ha dado el paso definitivo en la adhesión a la OTAN después de que el Parlamento del país haya aprobado por una amplia mayoría su ingreso a la Alianza Atlántica. Este movimiento marca el final de décadas de neutralidad militar y destaca la necesidad de reforzar la seguridad del país ante la amenaza de su vecino, Rusia.
La aprobación de la ley significa que Finlandia se une directamente a la OTAN junto con la reciente ratificación de Turquía y Hungría, que según fuentes finlandesas se ya se ha producido.
Es importante destacar que la decisión de Finlandia de unirse a la OTAN ha sido controvertida en el país y ha sido objeto de debate durante varios años. La posible adhesión también ha sido objeto de escrutinio internacional, especialmente debido a las tensiones entre la OTAN y Rusia.
Desde que comenzó la invasión de Ucrania, Finlandia ha acelerado su proceso de adhesión a la OTAN, y ha decidido celebrar la votación parlamentaria sin esperar el visto bueno de Hungría y Turquía. La decisión fue tomada para ganar tiempo y dejar cerrado el asunto junto a las elecciones legislativas del pasado 2 de abril.
La votación también coincide con el inicio de la construcción de una valla fronteriza de 200 kilómetros a lo largo de la frontera con Rusia. Esta frontera es una de las más largas entre Europa y Rusia, y Finlandia ha decidido implementar medidas de contención en algunas partes de los 1.340 kilómetros de frontera para aumentar la seguridad y hacer frente a cualquier intento de Moscú de utilizar la migración masiva como arma desestabilizadora.
Actualmente, las fronteras de Finlandia están protegidas principalmente por vallas de madera, diseñadas para evitar que el ganado pase al otro lado. Con el proyecto piloto, se instalarán cercas de tres metros de altura con alambre de púas en la parte superior, y en algunas áreas consideradas como sensibles, se instalarán cámaras de visión nocturna, luces y altavoces.
La votación del Parlamento de Finlandia también ha confirmado que el país seguirá adelante con sus planes de unirse a la OTAN sin Suecia, después de que se estancaran las negociaciones por la quema de un libro del Corán en la embajada turca de Estocolmo. La quema del Corán fue realizada por un político de extrema derecha sueco llamado Rasmus Paludan, lo que provocó una respuesta contundente del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, que dijo que no daría su apoyo a Suecia para unirse a la Alianza.
A pesar de que la decisión de Finlandia de unirse a la OTAN ha sido controvertida, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, ha afirmado que tanto Finlandia como Suecia han demostrado que cumplen con las condiciones para formar parte del grupo.
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