Este viernes se ha conocido la decisión final de la Xunta de Galicia y del Gobierno vasco con respecto a la situación de crisis sanitaria en ambas comunidades, especialmente en las zonas impactadas por los rebrotes, en relación a las elecciones autonómicas del próximo domingo.
La Xunta levanta parcialmente el confinamiento en A Mariña
La Xunta de Galicia ha anunciado que levantará parcialmente el confinamiento en la comarca de A Mariña, pese a haber transcurrido solamente 4 días desde su implantación, y no haber sido controlado por completo el brote.
Para ello, la Xunta ha dividido A Mariña en tres zonas:
1. Zona fría. Son las localidades donde el foco ha sido controlado y es donde la Xunta ha decidido levantar las medidas y que se vuelva a la nueva normalidad, incluyendo libertad de circulación. Son los municipios de la “Mariña interior”.
2. Zona templada. Se trata de la zona de la línea costera, que comprende municipios como Ribadeo o Viveiro, en las que la situación no está controlada pero tampoco ‘descontrolada’. En ellas, se mantiene la restricción de movimientos pero se levanta el confinamiento.
3. Zona caliente. Son aquellos focos con mayor incidencia y en los que se podría mantener la limitación total, aislamiento de los contagiados o sospechosos y limitación de salir de los domicilios (básicamente, el municipio de Burela).
La Consejera de salud vasca dice que los contagiados y quienes esperen resultado de PCR ‘no pueden votar’
En Euskadi, la situación es complicada en la zona de Ordizia, en Gipuzkoa, y la solución que ha encontrado el Gobierno vasco, en palabras de su propia Consejera de Salud es que los contagiados y los que hayan sido designados para realizarse una PCR ante las sospechas, mientras no tengan un resultado negativo “no pueden acudir a votar”.
Las declaraciones, en rueda de prensa esta misma mañana, son puestas en tela de juicio por los expertos, ya que sin Estado de Alarma no se puede limitar el derecho fundamental al voto, incluso con él en vigor, probablemente tampoco.
Las elecciones se podrían impugnar
En este contexto, si algún ciudadano viera limitado su derecho al voto y pudiera demostrar su intención de votar ese día y que haya sido impedida, podría llevar a juicio al gobierno autonómico para impugnar las elecciones.
La ausencia de planes alternativos de voto no presencial, pese a haberse convocado de nuevo los comicios en plena pandemia, junto con la decisión de no aplazar los comicios pese a los rebrotes, son cuestionados por expertos juristas y analistas políticos.
En este contexto, la abstención será clave, y los resultados del domingo podrían sufrir fuertes variaciones según el estrato electoral que se quede en casa.
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