Inocentes y las Fake News, ¿estamos convirtiendo a los medios en un 28D constante?

Electomanía suele gastar a sus lectores una bromita todos los años, con motivo del día de los inocentes, 28 de diciembre. Esta es una costumbre de la prensa española, a lo largo de todo el siglo XX, que en los últimos años ha ido de capa caída, pero a nosotros nos ha parecido oportuno mantenerla, porque siempre es bueno que queden claros los límites entre la fabulación y la realidad.

Para este año nos planteamos algo diferente. Ha sido un año en que hemos tenido que trabajar muy duro para distinguir la realidad de la ficción. Constantemente nos han llegado noticias, publicadas por medios de gran difusión, que nos han hecho dudar: ¿esto va en serio? Pasados los días, muchas veces las noticias se han confirmado pero otras muchas veces no. Han resultado ser “fakes”. Lo que casi nunca hemos visto publicado, después, ha sido una rectificación, una aclaración, nada…

Algunos medios, directamente, difunden a diario varias noticias, titulares espectaculares, rumores o simples cotilleos sin confirmar como si fueran verdades reveladas.

Por eso hemos querido hacer un pequeño experimento: adelantar la inocentada un poco y hacer lo que muchos hacen, pero exageradamente. Anticipar la noticia, darle bombo sin concretar nada, y luego difundirla (justo antes de que comenzara el día de los inocentes). Solo aportaríamos algo más: avisaríamos al final de que se trataba de un “fake”. Eso, otros, nunca lo hacen… Así que hemos tomado la inocentada “obvia” de este año en el mundo político, que es la composición de un nuevo gobierno, y le hemos dado un giro, difundiendo una lista hipotética mitad creíble mitad desquiciada, pero no demasiado, y hemos usado para anunciarlo la red perfecta para este tipo de cosas: Twitter. ¿Cuál sería la reacción de los lectores?

‼️‼️ [PRIMICIA ELECTOMANIA] ‼️‼️

LOS MINISTROS DE LA NUEVA LEGISLATURA

Los nombres que compondrán el próximo gabinete, que se conformaría en segunda ronda de sesión de investidura (abst. ERC) 9-10 de enero

Abrimos hilo para desglosar los datoshttps://t.co/EqNRLwPZK9 pic.twitter.com/PG9cgYzVIZ

— electomania (@electo_mania) December 27, 2019

El resultado del experimento resulta agridulce para nosotros. Por un lado, ha sido un éxito de difusión, pero por otro ha revelado lo peor de nuestra sociedad: que la mayor parte de las reacciones, mientras duró el engaño, fueron de credulidad. Las respuestas que manifestaban dudas o reservas fueron pocas, extremadamente pocas. Y las de quienes nos afeaban la táctica de “poner el anzuelo y esconder la presa” aún menos.

Justo lo contrario de lo que ocurriría en una sociedad abierta y con espíritu crítico.

A lo largo del día 27 fue resultando evidente, para quienes siguieron la noticia en Twitter, que lo nuestro era una inocentada. La demora en publicar la información completa, el abuso de emoticonos en clave, el mismo tono de los tuits, debería haber levantado inmediatamente oleadas de contestaciones críticas, pero no fue así. Las respuestas indignadas fueron comparativamente pocas, en comparación con las de quienes nos seguían el juego y se entregaban a la tarea de descifrar nuestros jeroglíficos y hacer quinielas de ministrables.

¿Dónde está quedando nuestro espíritu crítico, nos preguntábamos mientras tanto? ¿Dónde el “espíritu científico” a la hora de leer una noticia, que implica no dar por confirmado aquello que no parezca mínimamente contrastado?

Finalmente difundimos la “bomba” justo antes de que comenzara el día de los inocentes, en un largo hilo de Twitter en el que se desgranaba uno a uno la lista de los futuros ministros, y solo al final se hacía saber lo obvio: que era una inocentada. De nuevo, a lo largo de todo el hilo, la gran mayoría de respuestas eran de credulidad. Solo algunas contestaciones manifestaban reservas. Las condenas contundentes a esta manera de hacer las cosas, que era la reacción lógica, se podían contar con los dedos de las manos. Y sobrando dedos.

Asumimos durante el proceso que algunos no tendrían la paciencia de llegar al final y nos “mandarían a la porra”, perdiendo incluso algunos patrones por ello. Lo dábamos por bien empleado, con el único ánimo de poner de manifiesto lo fácilmente que cuelan las estrategias de “clickbait”, las fake news y las simples y llanas mentiras. Y no el 28 de diciembre, sino a lo largo de todo el año.

Tampoco nos vamos a engañar, y hacemos nuestra parte de autocrítica, y es que a veces el buscar el titular jugoso nos lleva a arrastrarnos hacia el clickbait, aunque no de forma premeditada. Nuestro propósito es intentar reducir estas situaciones en 2020.

En electomania.es estamos muy acostumbrados a comprobar cómo los artículos más trabajados, más elaborados y más rigurosos que elaboramos, consiguen una modesta difusión, siete “retuits” y unos pocos miles de visitas. En cambio, los titulares que resultan espectaculares, los contenidos impactantes sin apenas fondo, y el anecdotario más simplista pueden llevarse miles de retuits y cien mil visitas. Es lo que hay. Los medios que se entregan con profusión a los titulares llamativos y las noticias sin contrastar le ganan la partida a los rigurosos, que al público en general le parecen “aburridos” y “sosos”.

La tendencia a creerlo todo y premiar al mentiroso, así, sencillamente, está muy presente en la sociedad española, y debería hacernos reflexionar. La responsabilidad es de los medios que se aprovechan de ello para ganar posiciones y acabar con la competencia más seria, en un entorno en el que la publicidad no basta para financiarse y hay que arrancar clics como sea. Pero también es de los lectores. Sí, de esos lectores que se quejan habitualmente, y con razón, de la tendenciosidad de la prensa, pero luego premian sistemáticamente con su fidelidad a quienes menos contrastan las informaciones, más sesgadas las presentan o, directamente, más mienten.

Ha llegado la hora de hablar claro y denunciar esta situación, porque es responsabilidad de todos. Y no solo cuando llega el 28 de diciembre, sino todos los días del año. Ojalá la prensa de los años 20 que estamos a punto de comenzar no se convierta en una inocentada continua. Porque vamos camino de que así sea, gracias a la complicidad y el apoyo que los lectores prestan a esta triste realidad.

…cuando leemos noticias de dudosa procedencia y nos las creemos, somos inocentes.

Cuando nos creemos lo que nos dice ‘alguien que conoce el familiar de un amigo’, somos inocentes.

Cuando damos difusión a un titular contundente sin contrastarlo, somos inocentes…

— electomania (@electo_mania) December 27, 2019