Este miércoles 29 de noviembre, con la presencia del Rey Felipe VI y del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, así como el Ministro de Transportes Óscar Puente y los presidentes de Asturias (Adrián Barbón) y Castilla y León (Alberto Fernández Mañueco) se inaugura la primera línea de alta velocidad en Asturias, que conectará la capital del Principado con Madrid en una fase inicial en 3 horas y 20 minutos.
Se trata de una obra de gran envergadura, que ha acumulado importantes retrasos bajo gobiernos de distintos signos. Las primeras previsiones hablaban de una apertura en 2007, pero finalmente no fue hasta 2023 cuando se ha podido completar.
La línea de alta velocidad a Asturias tiene una longitud total de 320 kilómetros, de los cuales unos 50 corresponden a la variante de Pajares, el tramo más complejo y costoso de la obra. Esta variante atraviesa la Cordillera Cantábrica por dos túneles de 25 y 21 kilómetros de longitud, lo que ha permitido reducir el tiempo de viaje entre Madrid y Asturias en más de una hora.
La apertura de la alta velocidad a Asturias supone un hito histórico para el Principado, que lleva décadas reclamando esta infraestructura. La nueva línea permitirá reducir la incomunicación de Asturias con el resto del país y potenciará el desarrollo económico y turístico de la región.
Potenciales beneficios
Los beneficios potenciales de la alta velocidad a Asturias son numerosos. En primer lugar, se espera que contribuya a aumentar el turismo en la región, ya que facilitará los desplazamientos de los visitantes desde otras partes de España y Europa.
En segundo lugar, la nueva línea mejorará la competitividad del transporte de mercancías, lo que podría atraer nuevas empresas a Asturias. Además, facilitará la movilidad de los trabajadores asturianos que residen en otras regiones.
Por último, la alta velocidad podría contribuir a mejorar la cohesión territorial del país, ya que reducirá la distancia entre Asturias y la meseta.
Asignaturas pendientes
A pesar de los beneficios que puede aportar, la alta velocidad a Asturias todavía tiene algunas asignaturas pendientes. En primer lugar, es necesario adaptar las vías de Pola de Lena a Gijón al ancho europeo, lo que permitirá que los trenes de alta velocidad puedan llegar hasta la ciudad costera.
En segundo lugar, es necesario terminar el tramo de La Robla (León).
Por último, es necesario incorporar trenes de ancho variable a la línea, lo que permitiría que los trenes que circulan por la red convencional puedan utilizar también la alta velocidad.
Reclamaciones de usuarios y profesionales
Además de estas asignaturas pendientes, los usuarios y profesionales de Asturias también reclaman una mejora de la red de cercanías, que actualmente tiene algunas deficiencias. Además, piden la creación de la ZALIA, un nudo empresarial interconectado que serviría para potenciar la actividad empresarial.
También se reclama la implementación de trenes Avilés-Madrid , previstos en 2024, así como completar el proyecto del llamado metrotrén en Gijón y un ‘MetroAsturias’ que conecte las principales ciudades de la región con una frecuencia máxima de 15 minutos.
Las incógnitas
La apertura de la alta velocidad a Asturias plantea algunas incógnitas, como el precio y horarios definitivos de los trenes una vez se implementen las mejoras en 2024. Además, no está claro si ALSA, la principal empresa de transporte de viajeros en Asturias, entrará a su explotación.
Por último, también se desconoce si habrá conexión directa a otros puntos de España, como Andalucía, Valencia, Murcia o Barcelona.
La apertura de la alta velocidad a Asturias es un hito histórico para el Principado, que supondrá un antes y un después en su desarrollo económico y social.
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