La llegada del calor y las olas de calor cada vez más frecuentes convierten al aire acondicionado y a los ventiladores en nuestros mayores aliados. Pero este mayor uso de energía no tiene por qué traducirse en un gasto desorbitado.
La clave reside en una combinación de hábitos de consumo eficientes y una elección de una buena tarifa eléctrica que mejor se adapte a nuestras necesidades.
Para empezar a tomar las riendas de nuestra factura, es fundamental entenderla y conocer las herramientas a nuestra disposición. En este sentido, es útil saber que existen portales especializados que nos facilitan esta tarea y donde podemos conocer el precio de la luz a diario.
Conocer tu tarifa: el primer paso para el ahorro
El primer paso para ahorrar luz en verano es saber qué tipo de contrato tenemos. ¿Estamos en el mercado regulado (PVPC), donde el precio del kilovatio/hora (kWh) varía cada hora y cada día, o en el mercado libre, con un precio pactado con la compañía? Esta distinción es crucial, ya que condiciona por completo nuestra estrategia de ahorro.
Para aquellos en el mercado regulado, es imprescindible conocer las horas más baratas y más caras del día. Proyectos como tarifaluzelectrica se han convertido en una referencia fundamental para los consumidores. Estas herramientas online, fiables y accesibles, ofrecen información detallada y actualizada para que cualquiera pueda consultar el precio de la tarifa de la luz regulada para hoy e incluso para el día siguiente. Así, podemos planificar el uso de los electrodomésticos de mayor consumo, como la lavadora, el lavavajillas o el horno, en las franjas horarias más económicas, conocidas como “valle”.
Si, por el contrario, tenemos una tarifa en el mercado libre, debemos revisar las condiciones de nuestro contrato. ¿Tenemos un precio fijo las 24 horas? ¿O una tarifa con discriminación horaria en dos o tres periodos (punta, llano y valle)? Entender esto nos permitirá adaptar nuestro consumo para aprovechar los precios más bajos.
Cómo ahorrar luz en casa: gestos que marcan la diferencia
Más allá de la tarifa, nuestros hábitos son determinantes. Para saber cómo ahorrar luz, especialmente en verano, podemos aplicar una serie de medidas sencillas tanto en nuestra vivienda principal como en una segunda residencia:
- Uso inteligente del aire acondicionado: Es el rey del consumo estival. Para optimizarlo, se recomienda fijar la temperatura en torno a los 24-26 grados. Por cada grado que bajamos, el consumo se dispara cerca de un 8%. Además, es vital mantener los filtros limpios y asegurarse de que puertas y ventanas están bien cerradas para no perder el frío.
- Ventilación: Ventilar la casa a primera hora de la mañana o durante la noche, cuando las temperaturas son más frescas, y mantener persianas y cortinas bajadas durante las horas de máximo calor, ayudará a mantener una temperatura interior más agradable de forma natural.
- Electrodomésticos eficientes: Utilizar programas “eco” en lavadoras y lavavajillas, y evitar el uso del horno en las horas de más calor (que además calienta la casa) son gestos que suman. Apagar los aparatos en stand-by también contribuye, aunque en menor medida.
- Iluminación LED: Aunque en verano los días son más largos, sustituir las bombillas tradicionales por tecnología LED reduce el consumo y, además, generan menos calor.
¿Es buena idea cambiar de tarifa en verano?
El verano puede ser un buen momento para analizar si nuestra tarifa actual sigue siendo la adecuada. Si pasamos más tiempo en casa o si tenemos una segunda residencia que solo usamos en esta época, nuestras necesidades de consumo cambian. Comparar las mejores tarifas de luz del mercado es un ejercicio que puede reportar un ahorro significativo.
Actualmente, las principales compañías eléctricas en España ofrecen un abanico de posibilidades:
- Iberdrola: Suele contar con planes estacionales, como el “Plan Verano”, que ofrece precios más competitivos durante los meses estivales, pensado especialmente para segundas residencias.
- Endesa: Ofrece tanto tarifas con precios fijos para despreocuparse de los horarios, como tarifas con discriminación horaria para quienes pueden concentrar su consumo en las horas más baratas.
- Naturgy: Dispone de tarifas como la “Tarifa Noche”, con tres tramos de precios, y tarifas con un precio estable durante todo el día, buscando adaptarse a diferentes perfiles de consumidor.
- Repsol: Propone tarifas con descuentos y precios fijos, así como opciones con discriminación horaria, intentando captar a clientes que buscan estabilidad en su factura.
- TotalEnergies y Octopus Energy: Estas compañías, a menudo, compiten con tarifas indexadas al mercado o con precios muy competitivos en las horas valle, atrayendo a consumidores que buscan optimizar al máximo su consumo horario.
El proceso de cambio de compañía es gratuito y no implica cortes de suministro. Investigar y comparar sin miedo es la mejor estrategia. Proyectos como el mencionado tarifaluzelectrica no solo informan del precio diario, sino que también ofrecen guías y comparativas que pueden ser de gran ayuda en esta decisión. Este verano, tomar el control de la tarifa de la luz está en tu mano. Con información y pequeños cambios en nuestros hábitos, es posible disfrutar del buen tiempo sin que nuestra factura se derrita.
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