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La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, junto con varios de sus ministros, está siendo investigada por la Fiscalía de Roma debido a la liberación y repatriación de Osama al Masri, jefe de la policía judicial libia, quien es buscado por la Corte Penal Internacional (CPI) por crímenes de guerra y lesa humanidad. Los ministros implicados en la investigación incluyen al titular de Justicia, Carlo Nordio; al de Interior, Matteo Piantedosi; y al subsecretario de Presidencia, Alfredo Mantovano.
Los hechos se remontan al 19 de enero, cuando al Masri fue detenido en Turín. Sin embargo, tras su arresto, fue liberado y repatriado a Libia en un avión estatal italiano. La Fiscalía investiga posibles delitos de encubrimiento y malversación relacionados con esta acción.
Meloni ha defendido la decisión, argumentando que la expulsión se realizó por motivos de seguridad y criticando la investigación como un intento de intimidación política. Según la primera ministra, la orden de arresto de la CPI llegó después de la detención de al Masri y no fue debidamente comunicada al Ministerio de Justicia italiano, lo que llevó a su liberación.
La CPI acusa a al Masri de crímenes graves, incluyendo asesinato, tortura y violencia sexual, cometidos desde 2015 en Libia. La liberación y repatriación del sospechoso han generado críticas tanto a nivel nacional como internacional, con llamados a una mayor transparencia y rendición de cuentas por parte del gobierno italiano.
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