Los ministros y secretarios de Estado de Unidas Podemos se reunirían frecuentemente, con una periodicidad en principio de carácter semanal, para potenciar la coordinación en el seno del espacio confederal.
De esta forma, se dará continuidad a este formato que ya se produjo el pasado lunes para calmar los ánimos y bajar la tensión en la coalición sobre la polémica, ya zanjada, sobre el envío directo de armas a Ucrania, según han explicado fuentes de la confluencia.
Unos encuentros que servirán para poner en común estrategias, fijar posturas y analizar el contexto político, complementarios con otros foros de coordinación con los que ya cuenta Unidas Podemos, como es el caso de la mesa confederal o las reuniones entre el grupo parlamentario y miembros del Ejecutivo.
Otras fuentes han valorado que este tipo de encuentros son positivos y necesarios para compartir posiciones de los distintos dirigentes.
De esta forma, la vicepresidenta segunda y líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, comandará esas citas con los sus compañeros Irene Montero (Igualdad), Ione Belarra (Derechos Sociales y líder de Podemos), Alberto Garzón (Consumo y coordinador federal de IU) y Joan Subirats (Universidades y representante de los ‘comunes’), junto a los secretarios de Estado del socio minoritario el Ejecutivo.
La semana pasada se produjeron diferencias en Unidas Podemos ante la respuesta al anunció del presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, de enviar armas a Ucrania. Una medida que apoyaron Díaz y Subirats, pero que criticaron Montero y Belarra, al entender que era un error y no era eficaz para solucionar el conflicto.
La tensión en la coalición fue subiendo hasta el pasado domingo, cuando la secretaria general de Podemos, Ione Belarra, criticó a los “partidos de la guerra”. Al día siguiente, los ánimos se calmaron cuando la coportavoz estatal de la formación morada, Isa Serra, aclaró que esa referencia no iba dirigida al PSOE, sino que aludía al “fervor belicista” que apreciaban en la derecha, y señaló que Sánchez sabía que podía contar con el apoyo de su partido, pese a las diferencias.
El domingo, Díaz y Belarra mantuvieron un contacto por la noche y el lunes la ministra de Igualdad conversó con su homólogo de Presidencia, Félix Bolaños (PSOE), y acordaron que el ambiente se iba a destensar tras las respectivas ejecutivas de socialistas y morados, como quedó patente después en sendas ruedas de prensa.
La tarde del lunes se produjo la reunión entre los cargos gubernamentales de Unidas Podemos y la distensión se visualizó también en el acto institucional en vísperas del 8M que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes, cuando horas antes el presidente confirmó su asistencia y compartió el evento con Montero, donde además estaba presente Belarra. Un gesto que la titular de Igualdad le agradeció públicamente.
Además, el martes la vicepresidenta segunda dio por zanjada la polémica al señalar que había pasado página, al igual que ayer lo hizo el portavoz del grupo parlamentario, Pablo Echenique.
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