El Gobierno reconoce que fue un desacierto que el presidente Pedro Sánchez se refiriese como “anécdota” al caso de presunta corrupción del exsecretario de Organización Santos Cerdán y apuntan que trataba de dejar claro que no existe corrupción generalizada en el PSOE y se trata, por tanto, de un caso concreto, según indican fuentes gubernamentales.
De este modo se refieren a las palabras de Sánchez este miércoles durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, donde señaló que el caso que ha provocado la dimisión de su ‘número tres’ en el PSOE es “la anécdota”, pero no la “categoría”.
Sánchez contestaba así al portavoz de ERC, Gabriel Rufián, uno de los socios parlamentarios del Gobierno, que le había preguntado “qué va a hacer” ante los señalamientos de corrupción mencionados en el informe de la UCO de la Guardia Civil contra uno de sus colaboradores más cercanos.
Rifirrafe entre el presidente y Rufián
Rufián censuró que Sánchez pretenda hacer creer que se enteró “antes de ayer” de lo que hacían “dos tipos que estuvieron con él durante meses en un coche” —en referencia al exministro José Luis Ábalos y Cerdán— y ha reclamado al presidente que “jure y perjure” que esta trama no es “la Gürtel del PSOE” y que no habrá un “P. Sánchez en un papel” porque “la izquierda no puede robar”, dijo.
El jefe del Ejecutivo, visiblemente molesto, replicó defendiendo la limpieza del PSOE y exigiendo a Rufián que no generalice: “No voy a aceptar que haga de la anécdota una categoría porque la izquierda no es corrupta, la izquierda no roba y mi organización es una organización limpia”, sentenció.
El líder de los socialistas remarcó además que desde su formación han actuado con “contundencia” ante un golpe “doloroso en lo político y en lo personal” y recordó que desde su Ejecutivo ya han implementado medidas para “reforzar la transparencia, la rendición de cuentas y la calidad democrática”.
Posteriormente, fuentes de Moncloa han tildado de expresión desafortunada el uso de la palabra “anécdota” y aseguran que el presidente no trataba de restarle importancia sino que intentaba diferenciar un comportamiento concreto de una categoría o conducta sistémica.
En todo caso, las fuentes consultadas trasladan su malestar por la pregunta lanzada por Rufián al considerarla insultante y creen que el portavoz de ERC sabe que no va a aparecer “un P. Sánchez” que implique directamente al presidente del Gobierno.
A merced de nuevas grabaciones
En plena ronda de reuniones de Sánchez con los socios parlamentarios para dar explicaciones de primera mano tras el cese de Cerdán, en el Gobierno dicen que van a ser “muy comprensivos” con los grupos que forman parte del bloque de la investidura y entienden las críticas.
A pesar de las críticas y las exigencias de adoptar medidas, en el Gobierno consideran que a día de hoy siguen contando con el apoyo de la mayoría de la Cámara, aunque admiten que todo puede cambiar si aparecen nuevas informaciones comprometedoras.
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