En medio de crecientes preocupaciones sobre la capacidad de Joe Biden para ganar la reelección en 2024, el expresidente Barack Obama y la ex presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, han mantenido conversaciones privadas sobre el futuro de su campaña. Ambos líderes han expresado dudas sobre las crecientes dificultades que enfrenta Biden para derrotar a Donald Trump, aunque ninguno tiene claro qué pasos seguir.
División Interna en el Partido Demócrata
La división interna dentro del Partido Demócrata es palpable, y sus miembros están desesperados por poner fin a las disputas para concentrarse en vencer a Trump. Muchos demócratas están instando a Obama o Pelosi a intervenir, conscientes de que el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, no cuenta con la confianza de Biden y que el líder de la minoría de la Cámara, Hakeem Jeffries, no tiene una relación suficientemente cercana para transmitir el mensaje.
El medio norteamericano CNN afirma que más de una docena de congresistas y cargos demócratas consideran que es solo cuestión de tiempo para que Biden tome una decisión definitiva, y esperan que Obama y Pelosi aclaren su postura antes de que se cause más daño a menos de cuatro meses de las elecciones.
El Rol de Pelosi
Pelosi ha sido vista por muchos de sus colegas como la figura clave para resolver el tumulto actual. Algunos demócratas creen que Pelosi podría poner fin a la crisis si convence a Biden de retirarse de la carrera. Aunque Pelosi ha hablado con Biden desde el último debate, ha dejado claro que no considera su decisión de seguir en la carrera como definitiva. Sin embargo, Pelosi declinó hacer comentarios adicionales.
La aparición de Pelosi en “Morning Joe” de MSNBC fue interpretada por muchos como una señal de duda sobre la candidatura de Biden. Esta intervención pública ha llevado a más demócratas a emitir declaraciones pidiendo a Biden que se retire.
La Postura de Obama
Obama, por su parte, ha mantenido un perfil bajo, evitando hacer comentarios públicos durante las últimas semanas. Después del debate, Obama publicó en X: “Las noches de malos debates suceden. Créanme, lo sé”, en un intento de restar importancia a la actuación de Biden. Sin embargo, el escepticismo de Obama sobre la capacidad de su amigo para ganar la reelección es un secreto a voces en Washington.
El expresidente ha estado recibiendo más llamadas de las que ha hecho, escuchando más de lo que habla y evitando tomar posiciones claras que puedan filtrarse. Esta postura también se reflejó en su llamada con Biden después del debate, donde Obama actuó más como consejero privado que como una figura directiva.
Impacto en la Campaña
La falta de conocer con claridad las posturas de Obama y Pelosi, la incertidumbre en el Partido Demócrata ha ido en aumento. Algunos temen que la indecisión de los líderes pueda prolongar el caos interno y debilitar la campaña del partido. Otros ven la posible intervención de Pelosi como una oportunidad para reorientar la campaña y evitar una derrota frente a Trump.
Mientras tanto, la campaña de Biden ha declinado hacer comentarios sobre las conversaciones entre Obama y Pelosi. La situación sigue siendo tensa, y los demócratas están a la espera de una decisión final que podría definir el rumbo de las elecciones de 2024.
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