OTAN: 74 años del Tratado de Washington

El 4 de abril de 1949, en el Salón de la Independencia del Departamento de Estado de los Estados Unidos, se firmó el Tratado de Washington. Este acuerdo estableció la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), una alianza militar que unió a países de Europa y América del Norte en la defensa colectiva contra la Unión Soviética y sus aliados del bloque comunista.

El Tratado de Washington fue el resultado de varios años de negociaciones y discusiones entre los países interesados. El deseo de protegerse de la amenaza soviética, que había surgido tras la Segunda Guerra Mundial, llevó a los líderes occidentales a buscar una estrategia conjunta de defensa.

El acuerdo fue firmado por los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Canadá, Bélgica, Países Bajos, Luxemburgo, Italia, Dinamarca, Noruega, Portugal e Islandia. Cada uno de estos países tenía su propia situación política en ese momento. Como os contamos ayer, el plan Marshall, aprobado un año antes, supuso el comienzo de esta alianza.

La situación política en los países firmantes

• Los Estados Unidos, liderados por el presidente Harry S. Truman, estaban en una posición de poder después de la Segunda Guerra Mundial. Habían emergido como la principal superpotencia del mundo, y estaban comprometidos a defender la libertad y la democracia contra la ‘amenaza comunista’.
• El Reino Unido, dirigido por el primer ministro Clement Attlee, se había visto gravemente afectado por la guerra y estaba en proceso de recuperación. El país estaba comprometido con la defensa de la democracia y la libertad, y se unió a la OTAN para protegerse contra la amenaza soviética.
• Francia, liderada por el presidente Vincent Auriol, había sufrido enormemente durante la guerra. El país había luchado contra el comunismo en la Guerra de Indochina y estaba preocupado por la amenaza soviética en Europa.
• Canadá, dirigido por el primer ministro Louis St. Laurent, era un país fuerte y próspero que estaba comprometido con la defensa de la libertad y la democracia. El país había sido un valioso aliado de los Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial y estaba dispuesto a unirse a la OTAN para protegerse contra la amenaza soviética.
• Bélgica, dirigida por el primer ministro Paul-Henri Spaak, el país había sido impactado muy significativamente durante la guerra y estaba decidido a protegerse contra el bloque comunista.
• Países Bajos, liderado por el primer ministro Willem Drees, había sido objeto de la devastación durante la guerra. El país había sido un aliado valioso de los Estados Unidos durante la guerra.
• Luxemburgo, liderado por el primer ministro Joseph Bech, era un país pequeño pero comprometido con la defensa común.
• Italia, liderada por el primer ministro Alcide De Gasperi, el país había sufrido una larga dictadura fascista y estaba comprometido con la defensa de la democracia y la libertad.
• Dinamarca, liderada por el primer ministro Hans Hedtoft, el país había sido ocupado por los alemanes durante la Segunda Guerra Mundial y estaba dispuesto a unirse a la OTAN para protegerse contra la amenaza soviética.
• Noruega, dirigida por el primer ministro Einar Gerhardsen, también había sufrido la ocupación nazi durante la Segunda Guerra Mundial y estaba decidido a protegerse contra la amenaza soviética.
• Portugal, dirigido por António de Oliveira Salazar, era un país autoritario que estaba preocupado por la amenaza comunista en Europa. Aunque el país no era una democracia, se unió a la OTAN para protegerse contra la amenaza soviética.
• Islandia, liderada por el primer ministro Stefán Jóhann Stefánsson, era un país pequeño pero estratégicamente importante debido a su ubicación en el Atlántico Norte. El país había sido ocupado por los británicos y los estadounidenses durante la Segunda Guerra Mundial y estaba dispuesto a unirse a la OTAN para protegerse contra la amenaza soviética.

El Tratado de Washington y la creación de la OTAN representaron un paso importante en la historia de la Guerra Fría. La alianza militar proporcionó una defensa colectiva contra la amenaza soviética y sentó las bases para la estabilidad y la seguridad en Europa durante las décadas siguientes.

El caso de España: ingreso tras un referéndum

El referéndum sobre la permanencia de España en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), celebrado el 12 de marzo de 1986, fue un evento crucial en la historia política de España. El referéndum fue convocado por el gobierno del entonces presidente Felipe González, y se celebró tras un acalorado debate sobre si España debía seguir siendo miembro de la OTAN o retirarse de la organización militar.

En aquellos años, España estaba en pleno proceso de transición democrática tras décadas de dictadura bajo el régimen de Franco. La entrada de España en la OTAN en 1982 había sido uno de los primeros pasos del país hacia la integración en el mundo occidental y había sido justificada en términos de la necesidad de consolidar la democracia española y su integración en la comunidad internacional.

Sin embargo, la pertenencia de España a la OTAN era muy controvertida y había generado fuertes críticas entre los partidos de izquierda, los sindicatos y los movimientos sociales. Estos grupos consideraban que la OTAN era una organización imperialista y belicista que no respetaba los derechos humanos ni la soberanía de los países.

La campaña electoral para el referéndum fue muy intensa y polarizada, y los dos bandos que se enfrentaron en la contienda, el “sí” y el “no”, presentaron argumentos muy distintos sobre los beneficios y los peligros de la permanencia de España en la OTAN.

Los partidarios del “sí” argumentaban que la OTAN era una organización defensiva que garantizaba la seguridad de Europa frente a la amenaza del bloque soviético, y que la salida de España de la OTAN pondría en peligro la estabilidad de la región y la posición de España en el mundo. Además, argumentaban que la OTAN proporcionaba a España importantes recursos económicos y tecnológicos que beneficiaban al país.

Por otro lado, los partidarios del “no” sostenían que la OTAN era una organización militarista y expansionista que fomentaba la carrera armamentística y que no respetaba la soberanía de los países no miembros. Además, argumentaban que la OTAN no garantizaba la seguridad de España, sino que la exponía a posibles represalias en caso de conflicto armado, y que los recursos económicos y tecnológicos que aportaba la OTAN eran insignificantes en comparación con los costes militares y políticos de la pertenencia a la organización.

Los resultados

Así, España ingresó oficialmente en la OTAN el 30 de mayo de 1982, durante el mandato de Felipe González.

Las consecuencias

El resultado del referéndum sobre la OTAN en España en 1986 tuvo importantes consecuencias políticas y sociales en el país. A nivel político, la victoria del "sí" consolidó la posición de España como miembro de la OTAN y fortaleció la alianza con Estados Unidos y otros países occidentales. El gobierno socialista liderado por Felipe González consideró que la victoria del "sí" era un respaldo a su política exterior y a su estrategia de modernización del país, y utilizó el resultado del referéndum para reforzar su legitimidad democrática.

Sin embargo, la consulta generó un fuerte desencanto entre los sectores sociales y políticos que habían apoyado la opción del "no". Muchos de ellos consideraron que la victoria del "sí" fue el resultado de una campaña electoral engañosa y manipuladora, y que la consulta no reflejaba la verdadera voluntad de la ciudadanía. Además, el referéndum profundizó la polarización política en España y reforzó la imagen de la OTAN como una organización controvertida y poco respetuosa con la soberanía de los países. En este sentido, el referéndum sobre la OTAN en España en 1986 fue un acontecimiento clave en la historia política y social del país, que marcó el inicio de un periodo de transformaciones y debates sobre el papel de España en la escena internacional.

El futuro de la OTAN: Suecia y el bloqueo turco

La OTAN sigue siendo a día de hoy una organización destacada en Defensa, y con el conflicto de la Guerra de Ucrania se han sentado las bases para su ampliación. Este martes Finlandia se ha unido oficialmente como nuevo miembro, mientras Suecia espera el desbloqueo turco para engrosar las filas de una Organización internacional de la que hoy forman parte una treintena de Estados.

Turquía se opone al ingreso de Suecia en el Tratado del Atlántico Norte (y ejerce su derecho a veto) pues el Gobierno de Erdogan considera que el gobierno sueco 'ampara a la organización terrorista PKK al haber negado varias peticiones de extradición de miembros kurdos, que han encontrado asilo en el país escandinavo.

Ucrania ha mostrado su voluntad de ingresar en la OTAN, si bien su caso por ahora no parece fácil de resolver pues Rusia ha amenazado con fuertes represalias y un conflicto internacional de hacerlo (en ese caso, la invasión rusa sería un ataque a un país miembro, pudiendo involucrar en el mismo al resto de países si solicita ayuda).