El Gobierno andaluz ha insistido este martes en que tiene perfectamente diseñada una “hoja de ruta” para la lucha contra la pandemia del coronavirus y que se va a seguir manteniéndola, aunque no ha descartado, ante el aumento de los contagios sobre todo entre la población más joven que aún no está vacunada, la adopción de determinadas medidas para frenar esos contagios, como puede ser la “regulación” del ocio nocturno o incluso cierres perimetrales de algunos municipios con altas tasas de incidencia, como pueden ser más de 1.000 casos por cada 100.000 habitantes.
Así lo han manifestado, en la rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Gobierno, tanto el vicepresidente de la Junta y consejero de Turismo, Regeneración, Justicia y Administración Local, Juan Marín, como el consejero de la Presidencia, Administración Pública e Interior y portavoz del Ejecutivo, Elías Bendodo.
Ambos han expresado la preocupación que existe por el aumento de los contagios, pero al mismo tiempo han puesto el acento en que no conllevan un aumento de la presión hospitalaria ni en camas hospitalarias ni en UCI ni un incremento en los fallecimientos, ya que se trata de gente más joven que cursa la enfermedad con menor gravedad.
Sobre la posibilidad de endurecer medidas ante el aumento de los contagios, ambos consejeros han querido dejar claro que es una decisión que tendrán que abordar los expertos sanitarios y, de hecho, la próxima semana está prevista una nueva reunión del Consejo Asesor de Alertas de Salud Pública de Alto Impacto, el llamado ‘comité de expertos’.
“Los expertos sanitarios determinarán si es conveniente o no plantear un cierre perimetral de algún municipio o tomar otras decisiones”, según ha indicado Juan Marín, quien ha señalado que el comité de expertos sí ha puesto sobre la mesa la posibilidad de “regular” especialmente el ocio nocturno, “más que cerrar”, porque ese no es el “foco principal” de los contagios, sino las llamadas botellonas que se desarrollan entre grupos amplios de jóvenes que no mantiene la distancia de seguridad y no usan mascarillas.
“Hasta que no se nos diga lo contrario vamos a seguir manteniendo las medidas”, según ha recalcado el vicepresidente de la Junta, quien ha querido dejar claro que las decisiones que se adopten serán las que diga el comité de expertos. Ha incidido, en cualquier caso, en que el aumento de los contagios no ha conllevado un “nivel de presión” sanitaria preocupante.
“Sabemos cuál es el origen del problema, y donde hay que hacer mayor hincapié”, según ha indicado Juan Marín, quien también se ha referido a la situación de esos municipios costeros, como Conil de la Frontera (Cádiz), que tiene una alta incidencia de la pandemia, con más de 1.400 casos por cada 100.000 habitantes, pero que aumentan de manera considerable su población en los meses de verano por la llegada de visitantes.
A este respecto, ha indicado que los comités de alerta sanitaria de cada provincia tendrán que analizar la situación de esos municipios costeros que aumentan de manera considerable su población y que tienen una alta tasa de contagios. Sin duda, según el vicepresidente, la incidencia acumulada en cada provincia, distrito sanitario o municipio también depende mucho del nivel de población en un determinado momento, como pueden ser estas fechas veraniegas.
Así, ha expuesto que, por ejemplo, en la costa de Cádiz el índice de población “se multiplica por tres”, con lo que la incidencia acumulada no puede ser el único parámetro a la hora de tomar una decisión, sino que hay otros “ítems”, como son el personal sanitario con el que se cuenta; la disponibilidad sanitaria en camas y en UCI, o el porcentaje de población vacunada.
Esos criterios, según ha recalcado, tienen que ser abordados por la autoridad sanitaria, que será la que determine si hay municipios que se tienen que cerrar o no, aunque la última palabra al respecto la tendrían que tener los tribunales, puesto que la comunidad no tiene competencias para ello.
“Si hay peligro para la salud publica, se tomarán las decisiones que haya que tomar”, según ha sentenciado Juan Marín.
Respecto a la posibilidad de que la Junta se planteara pedir un toque de queda como ha ocurrido en la Comunidad Valenciana, ha recordado que el toque de queda no es una decisión de las comunidades, sino que lo tendrían que autorizar los tribunales, porque al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, “no le dio la gana” de dejar a las regiones la posibilidad de adoptar medidas de ese tipo.
Juan Marín ha insistido en mostrar su preocupación por la celebración de los “botellones” porque es uno de los principales focos de contagios y ha recordado a los jóvenes que están prohibidos. A este respecto, Elías Bendodo ha pedido de nuevo a los ayuntamientos un “esfuerzo” para evitar esas concentraciones de jóvenes.
El consejero de la Presidencia, en la misma línea que Marín, ha indicado que la próxima semana se reunirá el comité de expertos y que en Andalucía las medidas siempre se adoptarán con criterios “eminentemente sanitarios”: “Si hay que endurecer medidas, se endurecerán”.
Artículo elaborado por EM a partir de un teletipo de
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