Una vez resueltas las primarias del Partido Demócrata a favor de Joe Biden, parece que la contienda por la presidencia queda clara: se enfrentarán Joe Biden y Donald Trump. Biden será proclamado oficialmente en las primarias demócratas de julio, y Trump en las republicanas de agosto.
Lo importante ahora es otra cosa: ¿Quién ganará en noviembre?
Hasta hace pocas semanas, todos los sondeos daban a Biden una ventaja de cinco, seis y hasta diez puntos sobre Trump, pero eso ha empezado a cambiar. Trump recupera popularidad, como le está ocurriendo a muchos líderes internacionales gracias al COVID-19 (es el llamado “efecto bandera“), casi independientemente de las decisiones que están tomando ante la pandemia.
Como sabemos, las elecciones presidenciales americanas son, en realidad, cincuenta y tantas elecciones parciales: tantas como estados (salvo alguna excepción). Los ciudadanos de cada estado votarán el 3 de noviembre por su candidato preferido, pero luego será ese estado (Ohio, Arizona,…) el que, como un sujeto único, emitirá su voto en favor del candidato presidencial que haya conseguido más apoyos en él. Los estados más poblados disponen de más votos electorales (California 55, Texas 38, frente a Montana o Vermont, que tienen 3), pero TODOS los votos de cada estado van al candidato ganador, haya logrado la victoria por un sufragio de diferencia o por millones.
En la mayoría de estados hay poca incertidumbre: sabemos de antemano quién será el vencedor en California o en Nebrasca. Pero eso dará casi igual porque esos no serán los estados decisivos. Si la contienda llegara igualada hasta el final, ¿qué estados serían decisivos?
Tradicionalmente se ha dicho que el estado “central” (swing state) era Ohio. Pero eso ya no es cierto. Desde hace por lo menos una década, Ohio se ha deslizado claramente hacia el republicanismo, así que ya no nos vale. El mapa más probable, tal y como están las cosas, es el que hemos diseñado más arriba, tomando prestado el interactivo de 270towin.
Para ser nombrado presidente, un candidato debe sumar, precisamente, 270 votos, pero según nuestra estimación, de empatar a votos, ni Trump ni Biden tendrían segura esa cifra.
La batalla para alcanzarla se reduciría a cinco territorios, que son…
- Wisconsin
Demócrata desde 1988, en 2016 se dio la vuelta y fue decisivo para la victoria de Trump. Tiene 10 votos electorales del total de 540.
- Carolina del Norte
Estado republicano (salvo el apoyo a Obama en 2008), en caso de que hubiera empate en el conjunto de la nación, para dónde caerían sus 15 votos electorales es todo un misterio.
- Pennsylvania
Estado tradicionalmente demócrata, en 2016 fue clave para el triunfo de Trump, al inclinarse del lado republicano. Dispone de 23 votos.
- Florida
Florida casi siempre pende de un hilo, y sus 25 votos electorales suelen inclinar la balanza del lado del ganador. Tiene un importante peso en la campaña presidencial, y los candidatos emplean en él muchos recursos.
- Arizona
En todas las elecciones del siglo XXI ha votado al candidato republicano, pero poco a poco ha ido ganando peso en este estado un voto demócrata que en esta ocasión podría hacer cambiar el sentido de su voto.
- El estado sorpresa
Michigan o Nevada (bastante demócratas) o el segundo distrito de Nevada (bastante republicano), parecen decantados de momento por varios puntos de diferencia. Pero no es tanta como para que no puedan acabar dando la sopresa y siendo los estados decisivos.
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