Una reciente encuesta de 5.200 ciudadanos de Francia, Alemania, Dinamarca, Lituania y Eslovenia, ha arrojado resultados sorprendentes sobre el reconocimiento público de las figuras políticas europeas. Parece que la figura del líder independentista catalán, Carles Puigdemont, es más reconocible para los ciudadanos europeos que la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola.
Los resultados del sondeo, encargado por la delegación del partido catalán Junts en el Parlamento Europeo, revelan que casi el 38 por ciento de los encuestados pudieron identificar a Carles Puigdemont, mientras que menos de la mitad reconocieron a Roberta Metsola.
¿Sorprendente? Tal vez no tanto, especialmente considerando la naturaleza de la encuesta y el contexto político. Es importante señalar que estos resultados pueden tener cierto sesgo debido al patrocinio de la encuesta por parte de una delegación partidista específica. Sin embargo, no se puede ignorar el hecho de que Puigdemont parece ser una figura más familiar para los ciudadanos europeos que algunos de los líderes más prominentes de la Unión Europea.
Según el estudio, Puigdemont también es más reconocible para los europeos comunes que líderes como Iratxe García del grupo Socialistas y Demócratas (S&D) o el jefe del Partido Popular Europeo, Manfred Weber. La única excepción parece ser Alemania, donde un 40 por ciento de los encuestados reconocieron a Weber, superando ligeramente a Puigdemont.
Sin embargo, la encuesta no solo ofrece información sobre el reconocimiento de las figuras políticas, sino también sobre la percepción de los ciudadanos europeos sobre la Unión Europea y sus acciones recientes.
En cuanto a la respuesta de la UE a varias crisis recientes, la encuesta revela una mezcla de opiniones. Más de la mitad de los encuestados expresaron satisfacción con la gestión de la pandemia de Covid-19 por parte de Bruselas, con un entusiasmo particularmente notable en países del norte como Dinamarca y Lituania.
Sin embargo, cuando se trata de la respuesta de la UE a la invasión rusa de Ucrania, hubo una división casi equitativa de opiniones, con casi un 50 por ciento de los encuestados creyendo que la UE había respondido bien y otro 50 por ciento teniendo una visión negativa de sus acciones. Los encuestados en Francia, Alemania y Eslovenia fueron los más críticos con las estrategias de Bruselas.
La encuesta también abordó la percepción de los ciudadanos europeos sobre los movimientos de autodeterminación, como el liderado por Puigdemont en Cataluña. Aunque muchos expresaron simpatía por estos movimientos, pocos creen que realmente tendrán éxito. A pesar del apoyo expresado hacia la independencia catalana en países como Lituania y Eslovenia, la mayoría de los encuestados expresaron escepticismo sobre el éxito de dicho movimiento.
Los resultados de esta encuesta, publicada por Político, ofrecen una mirada intrigante sobre el reconocimiento de figuras políticas europeas y la percepción de la UE entre los ciudadanos de varios países miembros. Aunque Puigdemont parece gozar de una notable visibilidad, el escepticismo hacia la independencia catalana y las opiniones variadas sobre la actuación de la UE reflejan la complejidad y diversidad de la opinión pública europea.
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