La reunión oficial que el lehendakari y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantendrán este viernes en Vitoria-Gasteiz abre la puerta a alcanzar un “pacto histórico” que culmine el Estatuto de Gernika, una de las principales tareas que se ha marcado el nuevo presidente del Gobierno Vasco, que también pretende ampliar en esta legislatura el actual autogobierno de Euskadi.
De hecho, su renovado Gobierno de coalición entre PNV y PSE-EE ya ha puesto negro sobre blanco, en su acuerdo programático, su compromiso de lograr un nuevo pacto estatutario que, tras recabar en Euskadi el máximo consenso posible, pase el filtro de las Cortes Generales, para su posterior refrendo por parte de los vascos.
La visita de carácter oficial de Sánchez a Pradales este viernes pone el colofón a la vertiginosa agenda que ha desplegado el sucesor de Iñigo Urkullu en su primer mes de mandato. Desde el pasado 11 de julio, han desfilado por el Palacio de Ajuria Enea representantes institucionales vascos, líderes de los diferentes partidos políticos –salvo Vox–, agentes económicos, sociales y académicos, y hasta el vicepresidente de la Comisión Europea, Margaritis Schinas.
Esta disposición al diálogo del lehendakari para abordar los principales retos del país, se ha visto correspondida con la voluntad a dialogar e involucrarse de todos los que han participado en los encuentros –también por parte del principal partido de la oposición, EH Bildu, y del sindicato mayoritario ELA tras once años de incomunicación con Lehendakaritza–, que en todo caso han puesto sobre la mesa sus exigencias.
El broche a las rondas de contactos que ha mantenido Imanol Pradales lo pone la visita de Pedro Sánchez, que se traslada directamente al Palacio de Ajuria Enea para tener su primera reunión con el Lehendakari en un gesto inequívoco de disposición a iniciar una etapa de relación institucional fructífera.
La imagen de Pradales recibiendo a Sánchez en la entrada de Ajuria Enea pasará a la historia, ya que solo en dos ocasiones anteriores un presidente del Gobierno de España se ha desplazado hasta el palacio presidencial de la capital alavesa para reunirse con un Lehendakari.
Acudieron en su día Adolfo Suárez en la época de Carlos Garaikoetxea y José Luis Rodríguez Zapatero cuando gobernó Patxi López. No es la primera vez, sin embargo, que Pedro Sánchez pisa Ajuria Enea, ya que Iñigo Urkullu le recibió en julio de 2015, pero en su calidad de secretario general del PSOE ya que no había accedido todavía a la Moncloa. Fue antes de que PNV y PSE-EE, con Urkullu como Lehendakari, gobernaran en coalición en Euskadi.
En esta ocasión, Sánchez, como presidente del Gobierno del Estado, con los jeltzales como socios preferentes en Madrid y con un recién reeditado Gobierno vasco entre el PNV y los socialistas, ha respondido al emplazamiento de Imanol Pradales para mantener una reunión con una visita ‘in situ’, sin citarle en La Moncloa, como suele ser habitual.
Sánchez realiza esta visita oficial a Vitoria-Gasteiz dos días después de haberse desplazado también a Barcelona para mantener un encuentro con el president de la Generalitat, Pere Aragonés, de ERC, partido que supone también uno de los grandes apoyos del Gobierno del PSOE y Sumar, y que ahora le es necesario para lograr la investidura del líder del PSC, Salvador Illa.
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