Los resultados provisionales de las elecciones alemanas, con el 100% de los votos ya escrutados, han confirmado, con alguna excepción, las expectativas que ofrecían los sondeos:
Los socialdemócratas (SPD) aventajan a la Unión de la hasta ahora canciller Merkel (CDU+CSU) en un 1,6% de los votos (25,7% frente al 24,1%), y 10 escaños (206 frente a 196).
AfD, partido situado en el extremo derecho del espectro político, es descartado como todos los demás como socio de gobierno, mientras que Die Linke (La Izquierda) que ha logrado entrar en el reparto de escaños gracias a que ha conseguidos varios distritos directos, aunque no llega al 5% de los votos, también parece casi descartado.
Con este panorama, teóricamente tanto SPD como CDU podrían liderar la futura coalición de gobierno, puesto que tanto la “coalición semáforo”, que uniría a SPD, Liberales (FDP) y Verdes (Grüne), como la “coalición Jamaica”, de CDU-CSU más liberales y Verdes alcanzaría la mayoría absoluta.
Pero la ventaja socialdemócrata en las urnas, la tradición alemana y las manifestaciones de los posibles socios, inclinan la balanza del lado socialdemócrata. De momento, los mercados de predicción como Predict.it, apuestan por una coalición semáforo, liderada por los socialdemócratas, mucho más que por una “Jamaica”.
El relativo éxito que FDP y Grüne han logrado pone directamente en sus manos la decisión sobre qué partido podrá liderar el próximo gobierno, que deberá decidirse en las próximas semanas. No obstante subsiste una tercera posibilidad: la reedición de la gran coalición entre socialdemócratas y democristianos. Ambos partidos superan ampliamente el 50% de los escaños en el Bundestag, y, aunque inicialmente han descartado volver a unirse en el ejecutivo, si las dos coaliciones más probables fracasaran, siempre podría intentarse de nuevo esta fórmula.
También se sopesa la posibilidad de que la situación de interinidad se prolongue más de lo esperado, y Merkel tenga que ver el final de año aún como canciller, a la espera de un acuerdo definitivo. De hecho, los mercados conceden a esa alternativa más posibilidades que a su propio delfín, Laschet.
Pero, hoy por hoy, Scholz es, con diferencia, el mejor situado para ser el próximo canciller alemán, sucesor directo de la era Merkel.
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