Starmer, Sánchez (y Scholz): los ‘últimos supervivientes’ de los gobiernos progresistas

En la última década, el panorama político internacional ha sido testigo de un notable declive en la influencia y presencia de líderes socialdemócratas, laboristas y progresistas.

Figuras emblemáticas como Sanna Marin, António Costa, Olaf Scholz, Justin Trudeau y Jacinda Ardern han enfrentado desafíos que han culminado en dimisiones, convocatorias electorales, o una significativa pérdida de apoyo popular. Este fenómeno refleja una crisis más profunda en la izquierda global, que lucha por mantener su relevancia en un mundo cada vez más polarizado y complejo.

Los líderes caídos

En los últimos años, países con una tradición socialdemócrata hasta ahora incuestionable como los países nórdicos han visto un giro en sus preferencias electorales, mientras en otros como Portugal o Nueva Zelanda las convocatorias electorales anticipadas llevaron a la salida de sus figuras progresistas de peso en el panorama internacional.

Sanna Marin: El desgaste de un liderazgo joven

Sanna Marin, quien fuera primera ministra de Finlandia, simbolizaba una nueva era para la socialdemocracia europea: joven, progresista y comprometida con la igualdad de género y la justicia social. Sin embargo, su mandato se vio empañado por críticas relacionadas con su vida personal y la presión de fuerzas conservadoras. En las elecciones de 2023, su partido obtuvo solo el 19,21% de los votos, relegándolo al tercer lugar detrás de partidos de derecha y ultraderecha. A pesar de defender su derecho a una vida privada, los constantes ataques mediáticos y la creciente polarización política minaron su popularidad.

António Costa: dimisión precipitada por acusaciones infundadas

António Costa, ex primer ministro de Portugal, renunció en 2024 tras ser acusado de corrupción en un caso relacionado con el sector energético. Aunque posteriormente se demostró que las acusaciones carecían de fundamento, el daño político ya era irreversible. Costa, reconocido por su pragmatismo y habilidad para formar coaliciones, dejó un vacío que fue rápidamente llenado por partidos de derecha y la emergente extrema derecha representada por Chega.

Jacinda Ardern: El agotamiento de un liderazgo postpandemia

Jacinda Ardern, ex primera ministra de Nueva Zelanda, renunció en 2023 alegando agotamiento y falta de energía para continuar en el cargo. Su liderazgo, caracterizado por una gestión compasiva durante la pandemia y tras el ataque terrorista de Christchurch, fue ampliamente elogiado. No obstante, el desgaste político, la crisis del costo de vida y el aumento de la delincuencia juvenil erosionaron su popularidad. Su partido laborista sufrió una derrota significativa en las elecciones de 2023, marcando el fin de una era progresista en Nueva Zelanda.

Magdalena Andersson: derrota socialdemócrata histórica en Suecia

Magdalena Andersson, ex primera ministra de Suecia, perdió las elecciones de 2022 frente a una coalición de derecha y ultraderecha. Aunque su partido, los Socialdemócratas, fue el más votado, no logró formar gobierno debido al ascenso de los Demócratas de Suecia, un partido de extrema derecha. Andersson, conocida por su enfoque en la igualdad y el estado de bienestar, no pudo contener el giro conservador en el electorado sueco.

Los líderes en la cuerda floja

Todavía en el cargo, pero presumiblemente por poco tiempo, nos encontramos a Justin Trudeau, que acaba de anunciar su dimisión como líder liberal y a Olaf Scholz, que ha adelantado elecciones a febrero, con malas perspectivas electorales.

Olaf Scholz: crisis de la coalición semáforo en Alemania y caída de popularidad

Olaf Scholz, canciller alemán y líder del Partido Socialdemócrata (SPD), enfrentó una profunda crisis política en 2024. La coalición “semáforo” (SPD, Verdes y Liberales) colapsó debido a diferencias insalvables sobre políticas presupuestarias y de gasto público. La pérdida de apoyo por parte de los liberales obligó a Scholz a convocar elecciones anticipadas, para las que los sondeos anticipan un auge de la extrema derecha de Alternativa por Alemania (AfD), que podría dar el sorpasso a los socialdemócratas. Este declive evidencia la dificultad de la socialdemocracia alemana para conectar con su base tradicional y ofrecer soluciones efectivas a los desafíos económicos y sociales contemporáneos.

Justin Trudeau: El desgaste de un ícono progresista

Justin Trudeau, primer ministro de Canadá, ha experimentado una notable disminución en su apoyo popular, atribuida a factores como la crisis del costo de vida, la gestión de la pandemia y críticas a sus políticas de vivienda. Aunque aún permanece en el cargo, su partido liberal enfrenta una oposición creciente por parte de los conservadores. Trudeau, quien en su momento fue considerado un símbolo del progresismo global, ha anunciado hoy su abandono del liderazgo del partido, lo que llevará al país a buscar en las urnas un nuevo Primer Ministro.

Pedro Sánchez: ¿manual de resistencia?

Pedro Sánchez, presidente del Gobierno de España y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), ha logrado hasta ahora mantenerse en el poder a pesar de enfrentar múltiples desafíos, incluyendo escándalos de corrupción y políticas económicas controvertidas. Tras las elecciones de 2023, su gobierno ha mostrado signos de debilitamiento debido a la polarización política y el ascenso de los sectores más conservadores. Sánchez ha trabajado para mantener una coalición estable, pero su popularidad ha experimentado fluctuaciones significativas.

Keir Starmer: Un resurgimiento laborista convulso en el Reino Unido

Keir Starmer, líder del Partido Laborista del Reino Unido, ha logrado revitalizar su formación política, llevándola a una “histórica victoria” en las elecciones de 2024. Su enfoque pragmático y su compromiso con reconstruir las relaciones con la Unión Europea post-Brexit han sido factores clave en su ascenso. Starmer ha establecido relaciones diplomáticas sólidas con líderes europeos, incluyendo a Pedro Sánchez, comprometiéndose a mantener un “diálogo estructurado” entre ambos países para abordar desafíos comunes y fortalecer la cooperación bilateral.