Si algo aprendimos con las elecciones presidenciales americanas de 2016 (Clinton vs Trump) es que ganar en voto popular no sirve para nada si pierdes en los estados clave, y que, por tanto, en vez de fijarnos en el total nacional, debemos poner el foco en los llamados “estados oscilantes” (swing states), o más bien en los “puntos de inflexión” (tipping points) que son los estados que, de cambiar de signo, inclinarían la balanza hacia un lado u otro.
Muchos analistas norteamericanos parecen convencidos de que Biden tiene todas las papeletas para ganar, y así lo están reflejando ya en sus estimaciones. Aquí, por ejemplo, una de las más famosas:
Ciertamente esta sería la situación si las elecciones se celebrasen hoy, pero no es así: serán el 3 de noviembre, y hasta entonces aún pueden pasar muchas cosas. Por eso en el análisis de EM-electomania nos centramos exclusivamente en los seis estados que definimos ya en abril como “tipping states”, y que no variaremos a lo largo de estos meses. Analizamos sus posibilidades, introducimos el factor tiempo, y obtenemos unas probabilidades bastante diferentes. Veremos cómo evolucionan hasta la fecha decisiva de noviembre. Queda mucho por decidir.
ESTADOS UNIDOS (538 VOTOS ELECTORALES, 270 PARA GANAR)
En la última semana, en nuestra estimación, Biden gana otros 9 delegados en promedio (pasa de 300 a 309), y su probabilidad de ganar las elecciones sube de un 57% a un 62%. Pero Trump aún tiene muchas opciones: lograría remontar y conseguir más delegados en casi cuatro de cada diez ocasiones.
Arizona (11 votos electorales)
Estado tradicionalmente republicano que, sin embargo, por su situación fronteriza con México, ha ido deslizándose poco a poco hacia posiciones menos derechistas. Puede en esta ocasión caer del lado demócrata, y ninguna de las últimas seis encuestas publicadas da ganador a Trump.
Wisconsin (10 votos electorales)
Al contrario de Arizona, Wisconsin se ha inclinado casi siempre del lado demócrata, pero Trump logró ganar aquí ya en 2016, aunque por menos de un punto. Las últimas encuestas dan a Biden un margen amplísimo, pero le convendría no fiarse.
Michigan (16 votos electorales)
En 2016 Trump dio aquí una de las mayores sorpresas y logró ganar sus 16 decisivos votos electorales. No parece que ahora vaya a ocurrir lo mismo.
Pennsylvania (20 votos electorales)
Otro estado “demócrata” que sin embargo en 2016 cayó del lado de Trump por décimas. Ahora Biden no parece temer por él, porque la peor de las encuestas recientes le da tres puntos de ventaja.
Carolina del Norte (20 votos electorales)
Como Arizona, Carolina del Norte es tradicionalmente republicana, pero a lo largo del siglo XXI ha ido basculando lentamente hacia los demócratas, hasta convertirse en un estado decisivo. No obstante, de los seis que consideramos, parece el que Trump podría ganar con más facilidad.
Florida (29 votos electorales)
Quizás es el estado más tradicionalmente en disputa, que además aporta más votos electorales que otros. Aquí le ganó Bush la presidencia a Gore en 2000, por un discutido margen de 537 votos. Ahora Biden lleva una cierta ventaja que, como en tantos otros estados, ha ido a más según las encuestas de los últimos días.
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