El debate en torno a las Islas Malvinas ha vuelto a encenderse en Argentina, esta vez con la intervención de la Vicepresidenta, Victoria Villarruel, quien ha manifestado su desacuerdo con la apertura de un nuevo diálogo con el Reino Unido, impulsado por la canciller Diana Mondino. Este diálogo incluye, entre otras medidas, la reanudación de vuelos desde Córdoba al archipiélago, suspendidos desde 2018.
Villarruel ha expresado sus diferencias con la estrategia del gobierno de Javier Milei, calificando el acuerdo como contrario a los intereses nacionales. En sus palabras, la Vicepresidenta criticó lo que percibe como una política de concesiones, afirmando que “ellos obtienen ventajas materiales, mientras que a nosotros nos ofrecen migajas como consuelo emotivo”. Su postura es clara: las negociaciones deben ser serias y no centradas únicamente en el Reino Unido, ya que considera que su influencia en la región es más amplia.
En un mensaje difundido a través de sus redes sociales, Villarruel cuestionó duramente los términos del acuerdo: “¿Nos toman por tontos? Este acuerdo solo facilita la ocupación británica de nuestras islas y debilita nuestra posición negociadora”. La Vicepresidenta también mencionó la oferta de Estados Unidos de buques guardacostas para proteger las aguas argentinas, contrastándola con la cooperación propuesta con el Reino Unido, el cual, según ella, usurpa territorio argentino.
El trasfondo de esta polémica incluye un reciente encuentro en Nueva York entre la canciller Mondino y su homólogo británico, David Lammy. En dicho encuentro, se acordó retomar vuelos a las Islas Malvinas desde Argentina, así como avanzar en la identificación de soldados caídos en el conflicto de 1982, en colaboración con la Cruz Roja Internacional.
Este acuerdo ha generado diversas reacciones, tanto en el ámbito político como entre la ciudadanía. Mientras algunos ven en estas negociaciones una oportunidad para avanzar en temas humanitarios y de conservación, otros, como Villarruel, temen que se trate de un paso en falso que comprometa la soberanía argentina sobre las Malvinas. La embajadora británica en Argentina, Kirsty Hayes, destacó la importancia de este proceso, señalando que, a pesar de las diferencias, existen intereses comunes que pueden beneficiar a ambas naciones.
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