Washington: ¿La Casa Blanca será el próximo gran núcleo de eventos deportivos?

El Presidente Trump es particularmente conocido por tomar determinadas medidas, durante sus mandatos, que han sido consideradas algo excéntricas. Y algunas de ellas afectan a la residencia presidencial. Muchos tendrán en mente el reciente episodio en el que “promocionó” los vehículos Tesla en la propia Casa Blanca, como si de una exposición o un concesionario se tratara.

La última, al menos de momento, es convertir este edificio histórico en la sede de un super evento deportivo. Que nadie se asuste, su intención no es demoler esta peculiar obra arquitectónica del siglo XVIII y construir un estadio en su lugar. Si no, más bien, albergar en las instalaciones una velada de MMA; concretamente, un cartel de lujo de la mayor promotora mundial en esta disciplina: la UFC.

Hasta ahora, varios deportistas han visitado la Casa Blanca tras haber ganado algún título relevante, como ocurrió con los Dodgers el pasado mes de junio. Pero algo muy diferente es generar un evento in situ en este histórico lugar. Probablemente, la gran amistad que une al Presidente y a Dana White, el mandamás de esta promotora, ha tenido mucho que ver. White nunca ha ocultado su cercanía con Trump y, éste, está muy agradecido por ello.

No son pocas las ocasiones en las que el político conservador acude a alguna de las peleas estelares de la UFC y se relaciona con los luchadores. Incluso Conor McGregor, la figura más famosa de este deporte, ya visitó la residencia presidencial, invitado por el propio Trump. Ahora, según se ha confirmado, el evento especial en The White House coincidiría con el 80º cumpleaños de su anfitrión. Todo un acontecimiento.

La empresa de artes marciales mixtas había elegido, históricamente, diversos enclaves para sus veladas. El más recurrente era Las Vegas, donde dispone de su propio centro, el Apex. La ciudad de Nevada, cuna de los icónicos casinos y sus mesas, que han inspirado muchos de los juegos de tragaperras online que están hoy en la red, y de los grandes espectáculos musicales y deportivos, ha dado noches inolvidables con combates de MMA organizados por White.

Estos días, el foco está puesto en el próximo gran acontecimiento del día 14 de junio de 2026. Y no son pocos los que se están ofreciendo (o, incluso, exigiendo) para estar presentes en la cartelera. El primero de todos ellos, por supuesto, McGregor, que ya adelantó que tenía plaza reservada (aunque White no le respaldó en dicho anuncio). El irlandés combatiría, al fin, con Chandler; una pelea que se anticipó en varias ocasiones, pero nunca llegó a materializarse.

Otro nombre que suena con fuerza es el de Jon Jones, considerado el “Goat” (mejor de la historia) y que volvería, expresamente, para esta ocasión. Nuestro peleador más internacional en las MMA, Ilia Topuria, también se ha presentado como voluntario para estar en el cartel de UFC White House. Teniendo en cuenta que es la estrella del momento y encabeza el ranking “Libra por libra” de la organización (el mejor, independientemente de la división a la que pertenezca), es muy probable que cuenten con él.

De hecho, hacía mucho tiempo que una cita no causaba tanto revuelo entre luchadores y ex-luchadores. Es habitual que éstos hagan declaraciones con su propio estilo (“soy el mejor”, “merezco la oportunidad por el título”, “debo ser cabeza de cartelera”, etc). Pero la posibilidad de estar en esta velada única ha desatado una batalla de egos casi sin precedentes.

Eso sí, más allá de las expectativas de los peleadores, que son conscientes de la enorme popularidad y el abultado cheque a los que tendrían acceso, poco se sabe de la organización del evento en sí. Por ejemplo, si se estará abierto al público, a un grupo seleccionado de personalidades, o será exclusivo para la familia presidencial y sus más allegados. O cuáles serán las condiciones económicas y/o empresariales por la cesión del incomparable espacio.

Y lo que podría ser más relevante: si se trata algo único o abre la puerta a eventos recurrentes, de éste u otros deportes. ¿Será la Casa Blanca el nuevo epicentro de los grandes acontecimientos deportivos a nivel mundial? Como es habitual, sólo Donald Trump lo sabe. Es más, puede que, tras el resultado, considere muy seriamente repetir la fórmula.