El Ayuntamiento de Barcelona ha acordado una declaración institucional en la que pide al Estado que facilite los visados y las autorizaciones necesarias para permitir la reubicación de las personas que viven en el campo de refugiados de Moria (Grecia), una situación que lamenta y para la que ha exigido soluciones.
El texto quiere reafirmar el «compromiso ineludible» de Barcelona con los valores que la Unión Europea considera comunes en los estados miembros, como la dignidad humana, la libertad, democracia, igualdad, imperio de la ley y derechos humanos.
Además, reitera la voluntad de ser Ciudad Refugio, pide al Gobierno central que se sume a la «respuesta coordinada que Alemania, Francia y gran parte de los estados europeos están asumiendo para dar respuesta a las personas que se encuentran en situación de grave desprotección en Lesbos» y que ejerza el liderazgo necesario para garantizar sus derechos.
NO SON REFUGIADOS.
Eran refugiados para entrar en Turquía y salvar su vida.
Dejaron de ser refugiados cuando salieron de Turquía y se metieron en Grecia.
Y también lo dejaron de ser los que siguieron cruzando las fronteras de Macedonia, Serbia, Croacia y Eslovenia para elegir a qué lugar de Europa querían ir.
No les vale la seguridad de Turquía. No les vale la atención que les puedan prestar las autoridades griegas y de la media docena de países que cruzan.
Su objetivo es Alemania, Suecia, Holanda…
No son refugiados. Son inmigrantes económicos saltándose fronteras de manera ilegal.