Bolivia celebra hoy una histórica segunda vuelta presidencial entre dos figuras que representan el fin de dos décadas de gobiernos bajo el MAS. Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano (PDC), enfrenta a Jorge “Tuto” Quiroga, líder de la alianza Libre. La contienda está marcada por una profunda crisis económica y gran descontento social, elementos que han impulsado a ambos candidatos, de perfiles y proyectos muy distintos, a este decisivo balotaje.
Los perfiles de los candidatos
Rodrigo Paz irrumpió como la gran sorpresa de la primera vuelta, alcanzando el primer lugar con el 32% de los votos, muy por encima de lo que pronosticaban las encuestas previas, que no le daban siquiera un 10% de intención de voto. De 58 años, senador y exalcalde, Paz es hijo del expresidente Jaime Paz Zamora (1989-1993). Su campaña centrista ha logrado capitalizar el hartazgo con el MAS y sumar el respaldo de antiguos votantes del oficialismo y de sectores medios y populares, reforzado por un fuerte discurso anticorrupción. Entre sus propuestas destacan la descentralización del gasto público, un programa de “capitalismo popular” (mejora en el acceso a crédito, reducción de impuestos, moderado arancelario) y el rechazo a recurrir al FMI. Su candidatura ha sido reforzada por el respaldo de Samuel Doria Medina, tercer lugar en la primera vuelta.
Jorge “Tuto” Quiroga, al frente de Libre, encarna la opción de mayor ruptura con el pasado reciente. Expresidente entre 2001 y 2002 y varias veces candidato, Quiroga lidera una alianza liberal y conservadora que busca un giro económico profundo hacia la apertura de mercados y la privatización. Su agenda subraya la tecnificación y modernización del Estado, el impulso a las energías limpias y fuertes alianzas con el sector privado, además de una promesa de lucha frontal contra la corrupción y el crimen organizado. Quiroga es un crítico feroz de Evo Morales y ha hecho de la alternancia y el castigo al anterior liderazgo una bandera central de campaña.
Los últimos sondeos
Los datos más recientes de Ipsos Ciesmori, recogidos en la última semana antes de la elección, muestran una ventaja para Quiroga (Libre) con 44,9% de la intención de voto, seguido de Paz (PDC) con 36,5%. Un 9,3% de los votantes aún se declaran indecisos, mientras que 5,6% tiene previsto anular su voto y 3,7% votaría en blanco. Estos márgenes apuntan a una contienda abierta, en la que la movilización de los indecisos y el voto útil serán cruciales para definir al futuro presidente de Bolivia.
Contexto y escenario político
El balotaje se produce en un clima inédito: ni Paz ni Quiroga representan al tradicional MAS, partido que ha dominado la política boliviana desde 2005. Ambos se han comprometido a profundizar reformas económicas y políticas para afrontar la inflación, la escasez de dólares y el problema del litio, verdadero motor estratégico nacional. El resultado de hoy definirá el rumbo del país en los próximos años y marcará un hito en la historia política reciente de Bolivia
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