El 5 de junio de 2025, la relación entre el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y el empresario Elon Musk se fracturó públicamente, marcando el fin de una alianza que había sido clave en la política y la economía del país. Lo que comenzó como una colaboración estratégica se ha transformado en una confrontación abierta, con acusaciones personales y amenazas económicas que han sacudido tanto a Wall Street como a Washington.
Del respaldo político a la ruptura
Elon Musk, quien había sido un aliado cercano de Trump durante su campaña y su segundo mandato, desempeñó un papel destacado como director del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una comisión creada para reducir el gasto público y eliminar regulaciones innecesarias . Sin embargo, la relación comenzó a deteriorarse cuando Musk criticó duramente el nuevo plan fiscal impulsado por Trump, calificándolo de “abominación repugnante” y advirtiendo que aumentaría el déficit público en 2,5 billones de dólares .
Trump, por su parte, expresó su decepción con Musk, acusándolo de traición política y afirmando que el empresario conocía los detalles del proyecto de ley pero cambió de postura al enterarse de que se eliminarían los subsidios a los vehículos eléctricos, afectando directamente a Tesla .
Acusaciones explosivas y consecuencias económicas
La disputa escaló cuando Musk, a través de su red social X, insinuó que Trump está vinculado a los archivos del caso Jeffrey Epstein, sugiriendo que esa es la razón por la que no se han hecho públicos . Esta acusación ha generado un gran revuelo, aunque hasta el momento no se han presentado pruebas concretas que respalden dicha afirmación.
En respuesta, Trump amenazó con retirar todos los subsidios y contratos gubernamentales con las empresas de Musk, lo que provocó una caída del 10% en las acciones de Tesla . Además, Musk afirmó que sin su apoyo, Trump habría perdido las elecciones, destacando su influencia en la política estadounidense.
Musk apoya un impeachment a Trump
Elon Musk ha intensificado su enfrentamiento con Donald Trump al declarar públicamente su apoyo a un juicio político para destituir al actual presidente. En declaraciones recogidas por varios medios, el empresario respaldó la idea de que Trump sea reemplazado por el senador JD Vance, a quien considera una figura “más racional y con visión de futuro”. Musk argumenta que el comportamiento errático del mandatario y su actual deriva autoritaria justifican una intervención institucional que evite, en sus palabras, “un desastre mayor para el país”.
Además, Musk ha alertado sobre las consecuencias económicas de las políticas comerciales impulsadas por Trump, particularmente los nuevos aranceles generalizados a productos importados. Según el CEO de Tesla y SpaceX, estas medidas “conducirán inevitablemente a una recesión” y dañarán la competitividad de las empresas estadounidenses. A su juicio, lejos de proteger a la industria nacional, los aranceles provocarán inflación, encarecerán los costes de producción y perjudicarán al consumidor medio.
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