El gobernador de Minnesota, Tim Walz, se encontraba en medio de su entrevista con el equipo de selección de la vicepresidenta Kamala Harris cuando hizo una confesión inesperada: no usa teleprompter. Esta sinceridad, acompañada de un tono tranquilo, marcó el tono de la entrevista, donde Walz se mostró transparente sobre sus vulnerabilidades, reconociendo que no provenía de un estado decisivo ni era un nombre muy conocido. Además, admitió que no era un buen debatiente.
A pesar de estas admisiones, Walz dejó claro que sería un jugador de equipo. Cuando se le preguntó cómo veía su rol como vicepresidente, respondió que desempeñaría el trabajo tal y como Harris quisiera. También dijo que no tenía ambiciones de postularse para presidente, una respuesta que resonó positivamente con un equipo preocupado por evitar posibles dramas internos en una futura administración de Harris.
Cedric Richmond, excongresista de Luisiana y asesor de la Casa Blanca bajo Biden, señaló que Walz tenía una comprensión clara de su papel: ser un socio y apoyar al presidente, conectarse con América y ser un compañero de gobierno. La entrevista de selección fue un paso clave para que Walz asegurara la selección después de sentarse con Harris y los otros finalistas, el gobernador de Pensilvania, Josh Shapiro, y el senador de Arizona, Mark Kelly, para entrevistas individuales en su residencia.
Un Jugador Inesperado
Walz, quien fue una elección inesperada para convertirse en el número dos en la candidatura demócrata, fue visto como una opción sin dramas en comparación con Shapiro, quien, según las fuentes de CNN, se mostró excesivamente ambicioso durante su entrevista. Walz, en contraste, se presentó como deferente y cooperativo, ganándose la confianza y el cariño del equipo de Harris.
Harris y su equipo sintieron que Walz podría atraer a los votantes que los demócratas han perdido ante Donald Trump: “Caza, pesca, quieres tomar una cerveza con él”, dijo una fuente familiarizada con la reunión. “Jugará en Michigan, Wisconsin, Pensilvania Occidental, Georgia, Carolina del Norte.”
Para Walz, el ascenso de ser visto como un demócrata moderado a convertirse en un gobernador progresista líder impresionó a Harris y su equipo. Su estilo deferente y su disposición a adaptarse a las políticas y estilo de Harris fueron factores clave en su atractivo.
El Proceso de Selección
El proceso de selección incluyó una serie de entrevistas y evaluaciones, destacando la importancia de la confianza para Harris. Richmond, Walsh y la senadora Catherine Cortez Masto formaron un comité secreto que ayudó en el proceso de selección, asegurando que Harris pudiera confiar en la elección final. De los nueve candidatos evaluados, Walz y Shapiro entraron en el fin de semana final como los favoritos claros, con Kelly incluido como una tercera opción.
A lo largo del proceso, Walz se ganó el apoyo de figuras clave del Partido Demócrata, incluyendo a la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y al ex presidente Barack Obama. Obama describió a Walz como alguien con los valores e integridad para enorgullecer a la nación.
La Decisión Final
Harris, después de sus reuniones finales el domingo, se inclinaba hacia Walz, pero decidió dormir sobre la decisión. Finalmente, el lunes por la noche, informó a un pequeño grupo de asesores sobre su decisión. La mañana del martes, Harris llamó a Walz para informarle que era su elección. Walz, emocionado y agradecido, celebró con su familia y llevó donas a su equipo antes de practicar con el teleprompter para su primer discurso conjunto con Harris en Filadelfia.
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