La elección presidencial en Italia es en tan solo una semana (cabe recordar que el presidente de la República es elegido en votación conjunta por las dos cámaras legislativas más los 58 delegados elegidos por las regiones). Esta pueden marcar el devenir de la política italiana a corto y medio plazo. Hay dos nombres protagonistas que suenan como presidenciables: Silvio Berlusconi (85) y Mario Draghi (74).
El primero es propuesto por los partidos del centro-derecha, pero es posible que Salvini esté en conversaciones con Renzi (Italia Viva, liberal) para pactar otro nombre. La candidatura de Berlusconi tiene tres problemas: su edad, pues con 85 años es complicado aguantar un mandato de 7 largos años; que solo gusta a la derecha, mientras genera bastante rechazo en la izquierda e incluso en el centro, por lo que no es una figura de consenso, algo imprescindible en un presidente; y que no tiene muchas perspectivas de salir exitoso, ya que la derecha no tiene la absoluta en las cámaras. Si finalmente il Cavaliere sale victorioso, algo poco probable por ahora, podría suponer un empujón a su partido, Forza Italia, que desde las últimas elecciones en las que perdió el liderazgo del centro-destra en favor de Salvini, no levanta cabeza en las encuestas.
El otro gran nombre es el de Mario Draghi, actual presidente del gobierno de concentración, que aglutina desde los socialdemócratas más izquierdistas de Articolo Uno hasta la ultraderecha de Salvini, pasando por el cada vez más institucionalizado M5S de Conte. Si Draghi acaba siendo elegido presidente, su puesto actual quedaría vacante. No sé hasta qué punto todas las fuerzas gubernamentales tan variadas podrían volver a acordar un nombre para sustituir a Draghi. Podría vivirse una ruptura del actual gobierno y la consecuente conformación de otro más ideológico y, si las cosas salen mal, incluso la convocatoria de elecciones anticipadas. No estoy muy informado de cómo están las cosas en este aspecto, así que si alguien sabe algo que lo deje en las respuestas.
Por otro lado, una de las novedades de las últimas semanas es el acuerdo de federación entre +Europa, de Emma Bonino, y Azione, de Carlo Calenda, ambos liberales/socioliberales. De hecho, las encuestadoras ya empiezan a preguntar por una lista conjunta.
En cuanto a la situación demoscópica, el PD sigue en un lento ascenso en el 20-22% mientras que el resto de las formaciones del centro-sinistra se mantienen. El M5S vuelve a niveles anteriores a la elección de Conte como su líder, 14-16%. En cuanto al bloque del centro-destra, parece que los FdI de Meloni pierden un poco de fuelle y se vuelven a disputar el liderazgo de la coalición con la Lega de Salvini.
De cara a las próximas elecciones creo que hay dos grandes incógnitas: cuál es el sistema electoral que se usará, algo muy importante para la configuración de mayorías; y si el M5S finalmente concurrirá en coalición con el centro-sinistra. Seguro que Conte tiene esa voluntad, pero los a Renzi y los demás liberales no les hace ni pizca de gracia el M5S, por lo que se corre el riesgo de que se acabe presentando una coalición liberal independiente.
En fin, bajo mi punto de vista la política italiana es la más convulsa e interesante de Europa, o como mínimo de los cinco grandes países. La verdad es que tengo ganas de que hayan elecciones ya en el país y ver cómo será la campaña y los resultados.
Básicamente hay 2 grandes candidatos para la presidencia con serios problemas detrás, Berlusconi por el Centrodestra y Dragui por todos los demás, aunque luego a ser la votación completamente anónima puede pasar cualquier cosa, y si a eso le añadiremos el factor de la reducción del Senado y Parlamento que va a provocar que unos 300 de los 1000 electores se vayan a ir a la calle en las próximas elecciones generales pone todo más interesante, el principal misterio de estas elecciones por lo que tengo entendido son los diputados del M5*, específicamente sus fugas y escisiones, que les han dicho que voten por Dragui, pero al sol de las encuestas la mayoría de ellos temen que de haber elecciones anticipadas pierdan sus asientos, así que echar al único elemento de estabilidad del actual gobierno, el PM Mario Dragui, se estarían jugando que luego el gobierno colapse y perder sus asientos, y Renzi y sus centristas de IV, que son unos auténticos jugadores del Juego de Tronos italiano como ya se vio en la elección presidencial del 2017 donde se comprometieron a un candidato de consenso con Berlusconi y luego les traicionaron y votaron a Matarella.
Aparte por lo que he estado leyendo, desde el Palacete personal de Berlusconi se ha iniciado la Operación Ardilla, que básicamente consiste en regalar obras de artes de la colección personal de Berlusconi a diputados y senadores indecisos para tratar de ganar sus votos, eso añadido a las hipótesis de que la candidatura de Berlusconi es sólo una tapadera para las primeras vueltas para luego vender sus apoyos a otro candidato a cambio de importantes concesiones pues nubla aún más nuestra capacidad de predicción.