El 80% de los españoles son felices, según Tezanos

El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), José Félix Tezanos, defiende que una amplia mayoría de españoles son “felices”, en concreto el 80,4% de la población mayor de edad “pese a quien le pese” y considera que este estado de la ciudadanía contrasta con el pesimismo “que algunos intentan propalar”.

Así, defiende el estado de felicidad mayoritaria de los españoles a pesar del contexto “endiablado” y de lo que “se ve y se escucha en público”. En este sentido señala que si un observador externo se fijase en estos parámetros deduciría que la gente no es feliz, pero encuestas como la del CIS lo desmienten.

De este modo señala que en contraste con los “climas de negatividad y pesimismo que algunos intentan propalar”, una amplia mayoría de españoles se consideran personas felices.

LOS ESPAÑOLES SON FELICES “PESE A QUIEN LE PESE”

Por tanto, Tezanos subraya la diferencia entre el clima de opinión pública y lo que de verdad piensan los ciudadanos. “Ante una pregunta sencilla y concreta de ‘se considera una persona feliz’, la gran mayoría de españoles mayores de 18 años dicen que son felices”, indica. “En concreto –pese a quien le pese– eso afirma nada menos que el 80,40% de la población”, indica en un artículo de hoy en la revista Temas –que él mismo dirige–, recogido por Europa Press.

Tezanos se basa en una encuesta del propio CIS publicada en junio de este año, que señala además que los hombres son algo más felices que las mujeres, los jóvenes y los adultos de entre 45 y 55 años más que los mayores y los que tienen estudios superiores más que quienes solo tienen titulación primaria.

Subraya además, que los indiferentes y no creyentes en materia religiosa son más felices que los agnósticos y los católicos practicantes y que los que se ubican en la izquierda moderada son más felices que los que se declaran de extrema derecha. También, que los votantes de PSOE y Sumar son más felices que los de Vox y algunos nacionalistas como PNV y ERC.

En su artículo defiende la importancia de las políticas públicas que buscan incrementar la felicidad de los ciudadanos y se queja de que estos debates podrían considerarse una rareza “en un mundo de gruñones narcisistas y de malhumorados permanentes”.

“¿Hasta donde podremos retroceder con tanto cabreo, tanto pesimismo y fatalismo sistémico, tanto alboroto como el que generan los gallos de pelea políticos, tanto clima bélico exaltado, tantos odios a flor de piel, tanto bulo disparatado y tanto abuso de la mentira y de la calumnia como armas políticas?”, se queja en el texto.