Con el Consejo europeo en uno de sus puntos más tensos, hemos conocido la noticia de las discrepancias existentes entre los llamados ‘países frugales’ (bloque nórdico: Suecia, Países Bajos) y los ‘países del sur’ (bloque mediterráneo: España, Italia, Francia, Portugal).
Los países del bloque nórdico, capitaneados por el PM neerlandés, Mark Rutte, se niegan a conceder ayudas a los países del sur si no es a cambio de fuertes reformas laborales, financieras y en el sistema de pensiones. Acusan a países como España de gastar mucho en relación a los ingresos, o incluso, como en el caso austríaco, de ser «estados quebrados».
Por el otro lado, países como Países Bajos o Irlanda se sitúan en el foco de atención del bloque del sur que los acusan de ser paraísos fiscales encubiertos, y perjudicar al resto de la unión mediante técnicas de dumping fiscal, atrayendo a las empresas que deberían tributar en otros lugares de europa a cambio de importantes beneficios fiscales.

El ‘doble irlandés’
En España hay más de 25 multinacionales presentes en nuestro mercado que tributan a través de terceros países, generalmente Irlanda, para declarar muy pocos beneficios en España y ahorrarse aportar al fisco español lo que deberían. Para ello, establecen una filial en Irlanda y actúan en España con una ‘empresa pantalla’ que a efectos de hacienda depende de la matriz irlandesa, generando escasos beneficios en la península ibérica o, incluso, pérdidas.
Una de las técnicas más conocidas para evadir el pago de impuestos a través de Irlanda se llama ‘el doble irlandés’, que consiste en enviar los beneficios obtenidos en el mercado de un tercer país a un paraíso fiscal de Islas Bermudas a través de una empresa pantalla en Irlanda.
Así, además de evitar el pago de impuestos en España, se maximiza la ganancia al evadir también en la medida de lo posible el impuesto en la República irlandesa.

El ‘sandwich holandés’
De forma análoga a lo anterior, existen grandes conglomerados empresariales en nuestro país que utilizan Países Bajos como una forma de evitar rendir cuentas con nuestra hacienda pública. Es el caso de una conocida tienda de ropa líder en el mundo.
Pero además, es posible acaparar los beneficios sin rendir cuentas si se hace una ‘artimaña’ similar a la irlandesa mediante una sociedad pantalla en el país neerlandés que envíe los beneficios a las Antillas Holandesas, territorio de ultramar del país naranja, donde se tributa entre el 0 y el 1%.

España disparó su deuda pública cuando había que hacerlo, en plena crisis, sobre todo en el gobierno de Rajoy. Si no la hubiera aumentado, habría habido recortes diez veces peores en pensiones y salarios de los funcionarios. Antes, cuando la economía iba a tope (durante la burbuja inmobiliaria) la deuda pública española se redujo drásticamente, porque se podía destinar mucho dinero a eso ya que había poco paro. Y el gobierno holandés tiene la poca vergüenza de decir que gastamos por encima de nuestras posibilidades. Rutte nos habría hundido, como hundieron a Grecia. Necesitamos de nuevo una moneda propia YA.