El Partido Popular (PP), liderado por Alfonso Rueda, ha conseguido mantener su posición dominante en la política de Galicia en las elecciones de este 18 de febrero. Aunque el PP ha experimentado una ligera disminución en comparación con las elecciones del 2020, manteniendo 40 escaños de los 75 posibles en el Parlamento gallego, sigue siendo la fuerza política más votada, con el 48,42% de los votos, un leve aumento de 0,47 puntos porcentuales desde las últimas elecciones.
El Bloque Nacionalista Galego (BNG) ha visto una significativa mejora en su representación, ganando 4 escaños adicionales para un total de 23, y aumentando su porcentaje de votos en 6,85 puntos, alcanzando el 31%. Esta es una señal clara del crecimiento del apoyo al nacionalismo gallego y un indicador de que el BNG se ha consolidado como la segunda fuerza política en la región.
Por otro lado, el Partido de los Socialistas de Galicia (PSdeG-PSOE) sufrió una caída notable, perdiendo 4 escaños y cayendo a 10, con un descenso del 5,23% en su porcentaje de votos, situándose en el 14,1%. Esta pérdida puede interpretarse como una señal de la necesidad de renovación o cambio de estrategia por parte del partido.
Entre las fuerzas minoritarias, Democracia Ourensana (DO) ha logrado entrar en el parlamento con 1 escaño, una novedad respecto a la ausencia en la anterior legislatura. VOX y PACMA han obtenido una pequeña representación en votos, pero no han conseguido escaños. Sumar Galicia, una nueva formación política, también ha conseguido entrar en el espectro político, aunque sin escaños, reflejando un interés por nuevas opciones políticas entre el electorado gallego.
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