El presidente catalán remodela su Govern

Pere Aragonès reaccionó dos días después de los resultados desfavorables de Esquerra y el independentismo en las elecciones municipales del 28 de mayo con su propuesta de formar un frente común soberanista. Resultó insuficiente y, por ahora, la iniciativa no tiene éxito. Hoy ha respondido con otra medida que afecta a su Gobierno: Teresa Jordà, quien formará parte de las listas de ERC como segunda de Gabriel Rufián, será relevada de su cargo como titular del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural. Este cambio estará acompañado por la destitución de Josep Gonzàlez-Cambray al frente de la Consejería de Educación y de Juli Fernàndez como consejero de Territorio.

Para ocupar estos cargos, Aragonès nombrará a Anna Simó en Educación, a David Mascort en Acción Climática y a Esther Capella en Territorio.

La efectividad de estos cambios como un impulso se determinará en las urnas del próximo 23 de julio, pero lo cierto es que ERC no ha logrado capitalizar la gestión cotidiana. Han perdido 300.000 votos.

El cese de la consejera era algo esperado desde el sábado, cuando Oriol Junqueras anunció durante el consejo nacional de ERC que Jordà se uniría a Gabriel Rufián en la lista por Barcelona para las elecciones del 23 de julio. Con su incorporación, los republicanos suman experiencia a la lista, ya que fue diputada en el Congreso de 2011 a 2018.

La titular de Acción Climática ha tenido que lidiar con una sequía que afecta a Cataluña desde hace más de treinta meses. Las lluvias de las últimas semanas han retrasado la adopción de medidas más drásticas. Jordà y el Gobierno fueron ampliamente criticados por la oposición en el Parlamento, ya que no lograron consensuar un decreto de medidas urgentes contra la escasez de agua. Semanas después, fue el propio Parlamento catalán, con Junts tomando la iniciativa, el que modificó aspectos para aprobar una ley que urgía a su implementación.

Los constantes enfrentamientos de Cambray con los sindicatos, docentes y estudiantes lo pusieron en el punto de mira. De hecho, Aragonès había considerado reemplazarlo al frente de Educación desde hace tiempo. Su mandato ha sido tumultuoso desde 2021, con sucesivas huelgas en el sector y su decisión de adelantar el inicio del año escolar a septiembre. En dos ocasiones, el Parlamento intentó reprobarlo, pero se salvó, ya que en ese momento Junts formaba parte del Gobierno y el PSC y los comunes aflojaron. Además, las críticas a Cambray por parte de la familia de las gemelas que se suicidaron en Sallent en febrero también dejaron huella. El consejero afirmó que la escuela “no detectó ninguna situación específica de acoso”.

Juli Fernàndez asumió el cargo con la reestructuración del Gobierno que siguió a la salida de Junts en octubre de 2022, lo que supuso un gran impacto en el Gobierno catalán. ERC ocupó todos los departamentos por primera vez desde el restablecimiento de la democracia, aunque algunos de los perfiles tenían experiencia en otros partidos políticos: Carles Campuzano (PDECat), Quim Nadal (PSC) y Gemma Ubasart (Podem Catalunya).

Estos cambios llegan en un momento en el que ERC atraviesa una baja moral. El golpe en las elecciones municipales fue duro. Pasaron de ser la primera fuerza en votos en 2019 a ocupar el tercer lugar, detrás del PSC y Junts, quienes también perdieron votos pero lograron amortiguar la caída con una pérdida mucho menor en términos porcentuales. Además, el Gobierno solo cuenta con el respaldo parlamentario de 33 diputados (la mayoría requerida es de 68) y la perspectiva de aprobar nuevos presupuestos el próximo año para agotar la legislatura a tiempo es casi nula.

Además, el futuro del Gobierno es incierto. Si las elecciones del 23 de julio se interpretan nuevamente como una crítica a la gestión de ERC, el presidente podría optar por realizar nuevos cambios o incluso plantear un adelanto electoral para el cual, a pesar de todo, los republicanos no parecen estar preparados en este momento. Parte de la militancia atribuye el desastre en las elecciones municipales a los acuerdos con el PSOE en Madrid y al pacto con el PSC para aprobar los presupuestos de la Generalitat en 2023.