Sinn Féin, el principal partido de la oposición en Irlanda, está envuelto en una nueva crisis interna que amenaza con debilitar aún más sus aspiraciones electorales, a medida que el país se prepara para unas elecciones generales anticipadas, que se rumorea podrían tener lugar en noviembre. La renuncia de Brian Stanley, uno de los 35 miembros del Dáil (cámara baja del parlamento irlandés), es el último golpe para el partido.
Stanley, uno de los parlamentarios más veteranos del partido, es el segundo cargo de Sinn Féin que renuncia en menos de una semana. Su dimisión se produjo tras una investigación interna en torno a una queja contra él. Aunque los detalles de la queja no han sido revelados públicamente, el partido trasladó el caso a la policía.
Impacto en las elecciones generales
Las expectativas de Sinn Féin de liderar un gobierno tanto en la República de Irlanda como en Irlanda del Norte han disminuido en el último año. Durante tres años, el partido mantuvo una ventaja significativa en las encuestas de opinión en la República de Irlanda, pero esta ventaja se evaporó en las elecciones locales de junio de 2024, donde sufrió una caída considerable.
El primer ministro irlandés, Simon Harris, del partido Fine Gael, ha logrado revertir la ventaja de Sinn Féin desde que asumió el liderazgo en abril. Su popularidad ha aumentado en las encuestas, especialmente después del presupuesto expansivo aprobado este mes de octubre, lo que hace que muchos analistas políticos consideren probable que las elecciones generales se adelanten a noviembre, aunque Harris tiene hasta marzo para convocarlas.
Polémicas recientes y pérdida de confianza
Además de la renuncia de Stanley, Sinn Féin ha tenido que lidiar con otro escándalo reciente relacionado con un exoficial de prensa del partido en Irlanda del Norte, quien se declaró culpable de delitos de abuso sexual infantil el mes pasado. El hombre había sido suspendido por Sinn Féin tras su arresto en 2021, pero luego se reveló que dos oficiales de prensa del partido proporcionaron referencias que le permitieron encontrar otro empleo. Sinn Féin alegó que no estaban al tanto de esta situación hasta que los medios la reportaron recientemente. Tras la revelación, ambos oficiales de prensa también renunciaron, y la líder del partido, Mary Lou McDonald, se disculpó públicamente, comprometiéndose a revisar los procedimientos de gobernanza del partido.
Este tipo de crisis ha generado un ambiente de desconfianza tanto entre los votantes como dentro del partido. Sinn Féin, que alguna vez fue considerado el favorito para liderar un cambio político en la República de Irlanda, ahora podría ver comprometida su capacidad para capitalizar el descontento popular con los partidos tradicionales como Fine Gael y Fianna Fáil.
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