En las elecciones regionales de Abruzzo de hoy, el presidente en funciones Marco Marsilio ha ampliado su ventaja sobre su rival Luciano D’Amico, marcando así los equilibrios políticos no solo a nivel regional sino también nacional.
Marsilio, candidato del centro-derecha, ha ganado con el 53,5% de los votos, mientras que D’Amico, del centro-izquierda, ha obtenido el 46,5%.
https://twitter.com/electo_mania/status/1767082286493716825?s=61&t=sf1jiioGtsFNN3dL3_2ErQ
Es la primera vez que un presidente en ejercicio logra revalidar el poder en esta región, pues tradicionalmente ha habido alternancia entre izquierda y derecha en cada legislatura.
La baja participación electoral, detenida en el 52,37%, ha decepcionado las expectativas de una posible remontada por parte del centro-izquierda, que había esperado un aumento de la participación para revertir las predicciones. A pesar de un ligero aumento respecto a 2019, la participación no alcanzó los niveles esperados, demostrando un cierto apatismo electoral que terminó beneficiando al centro-derecha.
Esta elección asume un significado particular en el contexto político italiano, siendo la primera vez desde 2010 que la competencia por la presidencia de la región se ha reducido a un desafío bipartidista, contribuyendo a una polarización del voto. La sorpresiva victoria del centro-izquierda en Cerdeña había encendido esperanzas de un resultado similar en Abruzzo, pero la ausencia del voto disociado, decisivo en la isla, mantuvo inalteradas las relaciones de fuerza.
La reconfirmación de Marsilio, cercano a la presidenta del Consejo Giorgia Meloni y primer presidente de la Región de Hermanos de Italia (FdI), reviste una importancia crucial para los partidos en el gobierno, especialmente de cara a las próximas elecciones europeas. La competencia también ha sido una prueba para la Liga, que corre el riesgo de ser superada por Forza Italia, con posibles repercusiones internas en el partido.
Por su parte, el centro-izquierda intentó una movilización amplia y transversal, uniendo bajo la candidatura de D’Amico una amplia coalición que incluía PD, M5S, Verdes-Izquierda, Acción, Italia Viva, Más Europa y los socialistas. La campaña electoral se centró en la oposición a la derecha y en la construcción de una alternativa de gobierno a nivel nacional. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, el intento de aprovechar un “efecto Cerdeña” no tuvo los efectos esperados, dejando inalterados los equilibrios pre-electorales.
Tu opinión
Existen unas normas para comentar que si no se cumplen conllevan la expulsión inmediata y permanente de la web.
EM no se responsabiliza de las opiniones de sus usuarios.
¿Quieres apoyarnos? Hazte Patrón y consigue acceso exclusivo a los paneles.