La fecha límite para que los agentes sociales acordasen la subida del SMI para 2021 era ayer. Para ello estaba convocada la reunión entre sindicatos, empresarios y gobierno, que debía limar las asperezas surgidas en las reuniones previas (numerosas, a lo largo del último trimestre), que habían terminado sin acuerdo y con posiciones bastante alejadas.
Pero el acuerdo no ha sido posible, y de hecho desde el gobierno se desconvocó la reunión, para evitar fricciones adicionales. La razón de fondo es que no solo hay posiciones discrepantes entre los agentes sociales, sino también en el propio gobierno, así que se ha optado por dejar pasar algo más de tiempo para que las aguas se asienten.
Los sindicatos, que partían de una propuesta de subida que situase ya el SMI en el 60% del salario medio, siguiendo las recomendaciones previas a la pandemia de la Unión Europea (lo cual podría suponer subidas muy superiores al 5%), fueron rebajando sus peticiones ante las dificultades existentes, pero siguen considerando imprescindible una subida de al menos un 1,8%.
Por el otro lado, los empresarios consideran una locura elevar aún más el SMI (que ya ha subido considerablemente en los últimos años), y un informe de Cepyme ha venido a remachar su posición, al cifrar en alrededor de 100.000 puestos de trabajo la pérdida que supondría una subida del 5,5% hasta los 1.000 euros mensuales en catorce pagas.

En medio de ambas partes, el gobierno. Su sector económico, que cuenta con ministros socialistas, consideraba que la actualización del SMI tal como están las cosas podía ser inoportuna, mientras el laboral, en manos de Unidas Podemos, presionaba en sentido contrario.
La decisión salomónica parece ser dejar enfriar el asunto y esperar algunos meses hasta que la situación creada por la pandemia se aclare. El Consejo de Ministros aprobará hoy la prórroga del real decreto por el que el se estableció en 2020 una subida del 5,5% del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) en 2020, hasta los 950 euros mensuales en catorce pagas.
¿Hasta cuándo? El asunto está por ver. Los empresarios desearían que la congelación fuera permanente durante todo 2021, pero los sindicatos, en el otro extremo, podrían incluso plantear movilizaciones si el tema no vuelve pronto a la mesa de negociación. El ministerio de Trabajo querría que todo el asunto se retomara en enero, mientras los económicos prefieren esperar a mayo, cuando termine el estado de alarma y podamos ir dando por terminada, o casi, la pandemia.
Mientras tanto, los sectores afectados, como el del empleo del hogar, el trabajo agrario, los centros especiales de empleo para personas con discapacidad y algunos otros, verán cómo su situación “se congela”. Los fondos públicos, y los salarios, también.
Tu opinión
Existen unas normas para comentar que si no se cumplen conllevan la expulsión inmediata y permanente de la web.
EM no se responsabiliza de las opiniones de sus usuarios.
¿Quieres apoyarnos? Hazte Patrón y consigue acceso exclusivo a los paneles.