La sucesión de Rajoy, ¿PPrimarias o PPostureo? Casado podría dar la sorpresa.

La semana que está a punto de empezar llega cargada de novedades. Además de ser un balón de oxígeno para los millones de españoles que comienzan sus vacaciones de verano, en unos días tendrá lugar la votación entre la militancia del Partido Popular sobre la sucesión de Mariano Rajoy.

El proceso de primarias que vive el PP es histórico. Es la primera vez que el partido mayoritario de la derecha da la palabra a sus militantes para elegir quién debe liderar el partido, lejos del famoso “dedazo” que hasta ahora defendían sus dirigentes a capa y espada. Ha llegado la hora de la visibilización de las corrientes internas, el momento de defender qué modelo de partido deberían adoptar los de la gaviota para adecuarse a los nuevos tiempos y a una sociedad que demanda transparencia y cambios.

Pero no lo neguemos, estas primarias se están convirtiendo en una mini guerra interna “light” que ha destapado, además, alguna que otra mentira del pasado (como el número de militantes). Y es que los populares parten de un censo de apenas el 7% de la cifra de militantes de referencia, los famosos 800.000 españoles que según ellos estaba afiliado al PP.  A pesar del intento de “amnistía fiscal” del aparato del partido, con tarifa plana de 20€ incluida, serán poco más de 60.000 los militantes con derecho a voto que decidan qué opción apoyan para la segunda vuelta.

El día 5 de julio estos 60.000 militantes acudirán a las sedes de su partido para depositar en la urna el nombre de uno de los candidatos que luchan por continuar en la batalla por el liderazgo (Soraya Sáez de Santamaría, Dolores de Cospedal, Pablo Casado, García Margallo o Jose Ramón García-Hernández). Los dos más votados serán quienes acudan a una segunda ronda en la que los compromisarios decidirán en cónclave quién representa un mejor proyecto para el PP.

Falso censo de militantes, una segunda ronda donde decide el “aparato” del partido y no sus militantes, ausencia de un debate entre los candidatos y un cruce de acusaciones y reproches varios entre ellos que han acabado por enturbiar un proceso que se presuponía despertaría la ilusión de muchos españoles ante un nuevo proyecto elegido democráticamente.

En cuanto a la campaña, esta noche aparecen en La Sexta Noche los candidatos excepto Soraya, quien parece se ha arrepentido a pesar de anunciar inicialmente su presencia (cual Rajoy en el debate a cuatro para las Generales, al que paradójicamente fue ella quien sustituyó). Durante estas semanas los dirigentes del PP se han lanzado a “recorrer España” como ya hiciera Pedro Sánchez hace no tanto, recabando apoyos y buscando la foto con los líderes autonómicos y los pesos pesados, quienes por tónica general no han querido mojarse demasiado.

¿Y qué dicen las encuestas internas? Pues esa es la gran incógnita, aunque no han trascendido los datos que manejan en las distintas campañas, parece ser que en lugares como Madrid o Cataluña podría saltar la sorpresa y ser Pablo Casado quien logre una mayoría de apoyos seguido por Cospedal, si bien en conjunto es muy difícil saber los apoyos de cada candidato (y más en una batalla a más de cuatro).

A principios de semana se barajaba un escenario en el que Casado daría la sorpresa alzándose con la victoria entre la militancia seguido por Cospedal y Soraya, que se moverían en una horquilla de 1 punto, es decir, en empate técnico. Esto es lo que se recoge en el sondeo de Demoscopia para Okdiario.

Pero con una base tan pequeña de votantes y un escenario tan abierto, todo puede pasar (bueno, siendo sinceros todo excepto una eventual victoria de Joserra, que lo tiene mucho más complicado aún que Margallo -y ya es difícil-).

En el caso de que sea Casado quien gane, es muy probable que el cónclave pepero deba elegir si apostar por hacer caso a su militancia o, por contra, al aparato del partido. Y esto, sin duda, añadirá algo más de drama a este particular juego de tronos en el Partido Popular.