La luz sigue muy cara, pero los carburantes no se quedan atrás

Este sábado el precio de la electricidad en el mercado mayorista no es el más caro de la historia. Nunca lo ha sido, un sábado. Normalmente en los fines de semana el consumo se relaja y los precios bajan sensiblemente. En esta ocasión, sin embargo, la rebaja se queda en 114 euros/ MWh frente a los 117 del máximo de ayer. El hecho es especialmente significativo, porque en semanas pasada las bajadas del fin de semana eran mucho más importantes, y los precios se quedaban en el entorno de los 60-70 euros.

Esta resistencia a la baja no augura nada bueno para cuando, superadas las jornadas festivas del sábado al lunes, el martes volvamos a un cierto repunte de actividad laboral.

A la subida de la luz se está sumando también una elevación de los combustibles. Es más moderada y con una pendiente muy inferior, pero lleva a que el precio de la gasolina sea un 22,5% más caro que hace un año y el del gasóleo, un 19,8%. El promedio de la gasolina está ya en 1,42 euros, lo cual supone un máximo desde julio de 2014, mientras el gasóleo llega a los 1,27 en máximos desde noviembre de 2018.

La explicación de esta subida de precios está en el repunte en el mercado global, donde se suman dos factores: la recuperación de la actividad a nivel mundial, y la contención en la producción de los países productores.

Estas tensiones en precios básicos están teniendo, como es lógico, un impacto en el IPC general, que se sitúa en España en el 2,9%, y lleva a un riesgo creciente de pérdidas de poder adquisitivo de los trabajadores.