Page critica el preacuerdo entre ERC y el PSC

En una comparecencia ante la prensa, Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, expresó su preocupación y crítica ante el preacuerdo alcanzado entre ERC y el PSC para la investidura de Salvador Illa como presidente de Cataluña.

García-Page, comenzó su discurso destacando sus orígenes humildes y el papel crucial que las políticas de izquierda han tenido en su trayectoria política y personal. “Procedo de una familia humilde, he llegado donde he llegado gracias a políticas de izquierda y de redistribución de la riqueza”, afirmó.

Sin embargo, el presidente de Castilla-La Mancha no dudó en señalar lo que considera una desviación de principios por parte del PSC. “El problema no está en ERC, está en quien deja de lado su programa y sus convicciones”, declaró, refiriéndose a lo que percibe como una concesión excesiva a las demandas de los independentistas catalanes.

Para García-Page, la investidura de Salvador Illa podría ser beneficiosa para Cataluña, pero no a costa de perjudicar a otras regiones de España. “Lo mejor que le puede pasar a Cataluña es que gobierne Salvador Illa, hay que hacerlo posible sin que el coste lo tengan que pagar el resto de los territorios de España”, subrayó.

Durante su comparecencia, García-Page anticipó críticas y ataques en redes sociales debido a su postura, refiriéndose a la posibilidad de ser tildado de “facha” o “de derechas”. Sin embargo, defendió firmemente su posición, argumentando que “lo que ha presentado ERC es la mayor fábrica de votantes de derecha”. También resaltó su historial de éxito electoral contra la derecha: “Llevo años ganando a la derecha, y ganando bien”.

El presidente de Castilla-La Mancha se mostró especialmente preocupado por el impacto económico del acuerdo, calificándolo como un acto de egoísmo y desprecio hacia otras regiones de España. “Esto afecta al bolsillo de la gente. Lo avanzado ayer es el ejemplo de egoísmo y desprecio a otros territorios más grave que he visto en muchísimo tiempo”, aseveró, añadiendo que “la riqueza nacional es de todos”.

García-Page criticó la idea de una gestión fiscal separada para cada comunidad autónoma, considerándola absurda y perjudicial para la unidad económica del país. “No entiendo que se pueda parcelar comunidad a comunidad, la riqueza es compartida, es absurdo plantearse departamentos fiscales en las CCAA”, explicó, planteando que permitir que una comunidad reciba lo mismo que aporta es “obsceno, grosero y bochornoso”. Hizo una analogía para ilustrar su punto: “¿Un ciudadano como Botín que paga mucho más debería recibir mucho más? No, hombre, no”, aunque luego se disculpó con la familia Botín por la comparación.

García-Page concluyó su intervención con una crítica contundente a la posibilidad de ceder el control financiero a los independentistas. “No se puede plantear que las llaves de la caja la tengan los independentistas y solo nos manden las migajas. Ni la troika”, afirmó con firmeza.

Finalmente, expresó su esperanza de que su partido, el PSOE, no avale el planteamiento de ERC. “Estoy convencido de que lo planteado por ERC no lo avalará mi partido. Este planteamiento no puede salir adelante, no lo puedo apoyar y confío en que mi partido no lo tolere”.