En medio de una crisis de liquidez y confianza, Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, ha puesto sobre la mesa un ambicioso paquete de apoyo financiero para Argentina, que incluye una línea de swap por 20.000 millones de dólares y la compra de bonos soberanos.
Este apoyo se articula en un momento crítico para el gobierno de Javier Milei, que atraviesa tensiones políticas y financieras antes de las elecciones legislativas de octubre 2025.
Trump, pese a declarar que Argentina “no necesita un rescate” en sentido estricto, ha respaldado públicamente a Milei y ha delegado en el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, la negociación y diseño de instrumentos de apoyo.
Los ejes del rescate
El plan que se está negociando consta, principalmente, de tres líneas de acción fundamentales:
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Línea de swap de 20.000 millones de dólares
Se trata de un acuerdo con el Banco Central argentino por el cual EEUU podría proveer dólares que fortalezcan las reservas monetarias locales.
En los medios argentinos se estima que de esos 20.000 millones habría que descontar los cerca de 5.000 millones vinculados al swap que Buenos Aires mantiene con China, un instrumento que Washington considera que debería ser cancelado.
La idea sería que este instrumento alivie la presión cambiaria y permita al gobierno honrar vencimientos inmediatos de deuda.
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Compra de bonos argentinos en dólares
El Tesoro de EE. UU. estaría preparado para adquirir deuda argentina —en los mercados primario o secundario— siempre que las condiciones lo ameriten, como mecanismo de estabilización.
Esta medida actuaría como amortiguador frente a corridas financieras o una fuga masiva de inversores.
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Crédito stand-by vía el Fondo de Estabilización Cambiaria
Además del swap y la compra de bonos, se negocia un financiamiento contingente que podría desembolsarse cuando Argentina lo necesite para apuntalar reformas o cubrir déficits de corto plazo.
El monto de ese crédito no está claro, y su otorgamiento estaría condicionado a cumplimiento de metas y coordinación con el gobierno argentino.
Condiciones políticas, riesgos y vacunas ideológicas
Este rescate no es meramente técnico: está acompañado de una intención política clara. Trump ha mostrado respaldo directo a Milei, y la ayuda financiera parece destinada a sostenerlo en un momento donde su gobernabilidad está en juego.
Varios riesgos y condicionantes pueden venir aparejados:
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Dependencia electoral: muchas de las disposiciones del rescate indicarían que la ayuda será concretada después de las elecciones de octubre. Esto genera incertidumbre política dependiendo del resultado.
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Condiciones macroeconómicas: para acceder a los fondos, Argentina deberá sostener disciplina fiscal, controlar la inflación y fortalecer su estructura institucional para convencer a inversores de que no habrá default.
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Relación con China: Washington ha manifestado que su ayuda estaría supeditada a que Argentina cancele o reduzca su swap con China, de unos 18.000 millones, mitigando así la influencia financiera china en el país.
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Críticas domésticas en EE. UU.: algunos sectores estadounidenses ya han cuestionado que recursos de ese país se destinen a rescatar economías extranjeras con regímenes afines al presidente estadounidense, señalando un uso político del gasto.
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Sostenibilidad a largo plazo: este tipo de rescates pueden generar dependencia y no resolver los problemas estructurales de Argentina: su crónica inestabilidad cambiaria, déficit presupuestario y vulnerabilidad frente a shocks externos permanecen como amenazas latentes.
Impacto inmediato en los mercados
Tras los anuncios, los mercados en Argentina reaccionaron con optimismo: los bonos con vencimiento 2030 subieron, y el riesgo país experimentó alivio.
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