En un momento álgido de tensión transatlántica, el presidente estadounidense Donald Trump lanzó este 9 de octubre una amenaza sin precedentes: durante el encuentro con el presidente finlandés Alexander Stubb en la Casa Blanca, sugirió que España podría ser expulsada de la OTAN por negarse a sumarse al nuevo objetivo de gasto militar equivalente al 5 % del PIB.
Según los asistentes al encuentro, Trump recalcó que España es «la única» entre los aliados que no cumple con ese porcentaje. «Tal vez deberían expulsarlos», lanzó al presidente finlandés, urgido a “llamarles y averiguar por qué se han quedado rezagados”.
Nuevo objetivo de gasto en defensa y la excepción española
Durante la cumbre de la OTAN celebrada en La Haya (junio de 2025), los aliados acordaron elevar sus ambiciones presupuestarias: 3,5 % del PIB para gasto militar directo y un 1,5 % adicional para capacidades conexas (infraestructura, logística, ciberdefensa), sumando esos porcentajes al 5 % total exigido por Washington.
España, sin embargo, rechazó ese umbral, defendiendo una hoja de ruta alternativa y comprometiéndose a llegar al 2,1 % del PIB.
De hecho, días antes de la cumbre, el Gobierno español negoció con la OTAN una exención formal para no verse obligado a alcanzar ese 5 % y evitar que el lenguaje del acuerdo incluya “todos los aliados” de forma vinculante.
Según cifras de la OTAN, en 2024 España dedicó aproximadamente un 1,24 % de su PIB a Defensa, muy por debajo del objetivo que ahora Trump reclama.
Viejas disputas y amenazas previas
No es la primera vez que Trump critica a España por “pagar poco” en defensa. Durante la cumbre de La Haya, acusó al país de ser “un problema” para la OTAN, amenazó con imponer aranceles y reclamar “pagar el doble” en comercio en represalia.
También ha llegado a reclamar que España pague más por acuerdos comerciales si no cumple los objetivos defensivos.
¿Es posible expulsar a un país de la OTAN?
Formalmente, los tratados fundacionales de la OTAN no contemplan un mecanismo de expulsión de miembros. Solo existe el artículo 13, que permite que un país se retire voluntariamente.
Por tanto, la propuesta de Trump carece de respaldo legal en el actual marco de la Alianza. En la práctica, sería una medida simbólica o política: excluir de decisiones estratégicas, limitar apoyos o condicionar apoyos militares podría ser parte de esa “expulsión comercial”, pero eso debilitaría la cohesión de la OTAN misma.
Además, incluso ese nuevo objetivo del 5 % tiene cierta flexibilidad: los países deben presentar planes para alcanzar capacidades militares, más que simplemente cumplir un porcentaje fijo.
Cómo responde España
El Gobierno de Pedro Sánchez ha defendido que la prioridad es mantener el gasto social y que el país puede alcanzar sus responsabilidades en la OTAN con un nivel de gasto menor que el 5 %.
Fuentes oficiales remiten a que la mejora de capacidades —no solo el porcentaje— es lo esencial, y que parte del cumplimiento puede venir de colaboraciones multinacionales e inversiones en infraestructuras, no exclusivamente con incremento directo del presupuesto militar.
Además, la exención negociada con la OTAN antes de la cumbre garantiza que España no quede obligada jurídicamente al 5 %, aunque la presión diplomática para acercarse al 3,5 % ha sido evidente.
Finalmente, la amenaza de Trump —aunque explosiva en el discurso— por ahora es entendida como un gesto de presión pública más que una ruta clara hacia su ejecución real.
 
                                


























































































































































































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