Trump y Frederiksen hablan. La danesa lo califica como ‘grave’

Esta tarde se ha producido una conversación telefónica entre la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, y el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, que ha intensificado las tensiones diplomáticas en torno a Groenlandia. Trump ha expresado su interés en que Estados Unidos tome el control de la isla ártica, sugiriendo incluso la posibilidad de imponer aranceles a Dinamarca si no accede a sus demandas. 

Tras la llamada, Frederiksen calificó la situación de “grave” y enfatizó que cualquier decisión sobre el futuro de Groenlandia corresponde exclusivamente a sus habitantes. La primera ministra subrayó que Trump no retiró sus amenazas económicas durante la conversación. 

En respuesta a estas presiones, Frederiksen convocó una reunión con líderes empresariales daneses para discutir las posibles implicaciones económicas de las acciones propuestas por Trump. Entre los asistentes se encontraba Lars Fruergaard Jørgensen, CEO de Novo Nordisk, una de las principales empresas farmacéuticas del país. El objetivo de la reunión era evaluar el impacto potencial en las relaciones comerciales entre Dinamarca y Estados Unidos y explorar estrategias para mitigar posibles sanciones. 

Además, Frederiksen ha reiterado la disposición de Dinamarca para fortalecer la seguridad en el Ártico y asumir una mayor responsabilidad en la región, en un intento por abordar las preocupaciones estratégicas expresadas por Estados Unidos. 

La postura firme de Dinamarca ha recibido apoyo internacional. Líderes europeos, como el canciller alemán Olaf Scholz, han enfatizado la importancia de respetar la soberanía territorial y han expresado su preocupación por las declaraciones de Trump. 

Por su parte, el primer ministro de Groenlandia, Múte B. Egede, ha afirmado que, aunque comprende el interés de Estados Unidos en la isla debido a su ubicación estratégica, los groenlandeses no desean convertirse en ciudadanos estadounidenses. Egede ha enfatizado que Groenlandia pertenece a su propio pueblo y ha abogado por una mayor cooperación con Washington, siempre que se respete la autonomía del territorio. 

La situación sigue siendo tensa, y se espera que las conversaciones entre Dinamarca, Groenlandia y Estados Unidos continúen en los próximos días para buscar una solución diplomática que respete la soberanía de Groenlandia y mantenga las relaciones internacionales estables.