Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea se reunirán este lunes y martes en Bruselas en una cumbre extraordinaria planteada para retomar debates en profundidad sobre la agenda multilateral, la gestión del coronavirus y otros asuntos incluidos a última hora como la gestión migratoria, en una cumbre que les reunirá de manera presencial por primera vez desde diciembre por las dificultades hasta ahora impuestas por la pandemia.
La respuesta coordinada para hacer frente al coronavirus es de hecho uno de los elementos clave pero que por primera vez los líderes afrontan con medido optimismo. Se abordará el certificado europeo para reactivar el turismo este verano recién acordado y con una campaña de vacunación que consideran va a buen ritmo en la mayoría de países de la UE.
Los Veintisiete no quieren bajar la guardia ante el riesgo de que puedan propagarse nuevas variantes peligrosas por lo que junto a la relajación gradual de las medidas restrictivas recalcan que están preparados para tomar medidas urgentes si fuera necesario, en referencia implícita, por ejemplo, a nuevos cierres.
Sin embargo, el debate estará dirigido en gran parte a las acciones en el plano internacional para ayudar a los países pobres a avanzar también en la inmunización de su población, por lo que se espera un gesto político de los líderes de la UE que muestre la “solidaridad” y la ambición de liderazgo científico que el bloque quiere enviar al exterior, como principal proveedor de vacunas a países vulnerables.
La Comisión Europea apuntó el viernes el reto de comprometer “al menos 100 millones de dosis” que serían enviadas a países pobres antes de que acabe el año, mediante diversos canales, y se espera que los líderes den una señal de apoyo a estas cifras. Francia y Alemania, de hecho, apuntaron el mismo viernes sus planes de donar cada uno unos 30 millones de vacunas para este objetivo.
Por otro lado, la cuestión migratoria no estaba de salida en la agenda prevista por el presidente del Consejo europeo, Charles Michel, pero el primer ministro italiano, Mario Draghi, quiere que se retome el debate sobre la reforma de la política migratoria y de asilo, que sigue bloqueada por las diferencias entre los Estados miembro.
El incidente entre Marruecos y España por la llegada irregular de miles de migrantes en pocas horas a Ceuta, con la connivencia de las autoridades marroquíes, reactivó la alerta en la UE con una rápida reacción de las instituciones avisando a Rabat de que la ciudad autónoma “es frontera de la UE” y que debía controlar el paso irregular.
TENSIÓN CON RUSIA Y MALESTAR CON REINO UNIDO
Además del asunto migratorio, durante la cena del primer día los líderes tendrán una discusión estratégica sobre las relaciones con Rusia, un punto que tuvo que aplazarse en la cumbre de marzo por dudas sobre la confidencialidad del debate por videoconferencia. Se espera que ya en formato presencial los jefes de Estado y de Gobierno condenen las últimas acciones hostiles de Rusia contra la UE y muestren solidaridad con Estados miembros como Bulgaria y República Checa. También es posible que se aborde el asunto de la vulneración del Derecho Internacional por parte de Bielorrusia tras el incidente en el vuelo de ayer, así como las repercusiones que podría tener.
También abordarán la crisis en Oriente Próximo y el alto el fuego pactado entre Israel y Hamás tras 11 días de conflicto en la Franja de Gaza, un pacto que apoyan todos los Estados miembros salvo Hungría, que bloqueó una declaración.
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