El próximo 24 de noviembre de 2024, Uruguay celebrará la segunda vuelta de sus elecciones presidenciales, conocida como balotaje, que enfrentará a Yamandú Orsi del Frente Amplio (FA) y Álvaro Delgado del Partido Nacional (PN). Este evento marca el punto culminante de un intenso proceso electoral que comenzó con las elecciones primarias en junio y la primera vuelta el 27 de octubre.
En la primera vuelta, celebrada el 27 de octubre, ningún candidato logró la mayoría absoluta necesaria para ganar la presidencia. Yamandú Orsi, del Frente Amplio, lideró la votación con un 43,9% de los votos, seguido por Álvaro Delgado del Partido Nacional con un 26,7%. El candidato del Partido Colorado, Andrés Ojeda, quedó en tercer lugar con un 16% de los votos.
Además de la elección presidencial, se renovó la totalidad del Parlamento uruguayo, compuesto por 30 senadores y 99 diputados. El Frente Amplio logró asegurar la mayoría en el Senado, mientras que en la Cámara de Representantes ningún partido ni coalición cuenta con mayoría absoluta.
Posiciones de los partidos para el balotaje
La campaña para el balotaje ha visto a ambos candidatos buscando ampliar su base de apoyo más allá de sus partidos tradicionales.
- El Frente Amplio, liderado por Orsi, busca recuperar el poder después de perderlo en 2019 tras 15 años de gobierno. Su campaña se ha centrado en propuestas de políticas sociales y económicas progresistas, enfatizando la necesidad de fortalecer el estado de bienestar y promover la igualdad social.
- Por su parte, Álvaro Delgado del Partido Nacional busca dar continuidad a las políticas del actual gobierno de Luis Lacalle Pou. Su campaña se ha enfocado en la gestión económica, la seguridad pública y la promesa de mantener la estabilidad institucional del país.
La coalición oficialista, que incluye al Partido Nacional, el Partido Colorado y otras agrupaciones menores, sumó aproximadamente el 48% de los votos de la primera vuelta, lo que coloca a Delgado en una posición competitiva de cara al balotaje.
Aspectos clave de la campaña
Varios eventos y temas han dominado la agenda mediática y política en las semanas previas al balotaje:
- Economía: La situación económica del país, incluyendo temas como la inflación, el empleo y el crecimiento económico, ha sido un punto central de debate entre los candidatos.
- Seguridad: El aumento de la criminalidad en algunas zonas del país ha llevado a que ambos candidatos presenten propuestas para abordar este problema.
- Educación: Las reformas educativas y la calidad de la educación pública han sido temas recurrentes en los debates y propuestas de campaña.
- Política exterior: La posición de Uruguay en el escenario internacional, especialmente en relación con los países vecinos y los bloques económicos regionales, ha sido objeto de discusión.
- Elecciones en Venezuela: La controversia generada por las elecciones venezolanas del 28 de julio y las diferentes posturas de los candidatos al respecto han tenido repercusiones en la campaña uruguaya.
Debates y expectativas de los candidatos
Los debates televisados entre Orsi y Delgado han sido momentos clave de la campaña, permitiendo a los votantes comparar directamente las propuestas y estilos de liderazgo de ambos candidatos. Estos encuentros han abordado temas cruciales como la economía, la seguridad, la educación y las políticas sociales.
Las encuestas muestran un escenario muy ajustado. Según varias encuestadoras, Orsi mantiene una ligera ventaja sobre Delgado, pero dentro del margen de error, lo que hace que el resultado sea incierto.
- Orsi ha expresado confianza en su capacidad para atraer a votantes más allá de la base tradicional del Frente Amplio, apelando a un mensaje de unidad nacional y progreso social.
- Delgado ha enfatizado la necesidad de mantener el rumbo actual del gobierno, prometiendo estabilidad y crecimiento económico.
Unas elecciones muy reñidas
El balotaje del 24 de noviembre se perfila como una de las elecciones más reñidas en la historia reciente de Uruguay. Con dos visiones distintas para el futuro del país, los votantes uruguayos tienen ante sí una decisión crucial que determinará el rumbo político y económico de la nación en los próximos cinco años.
La alta participación electoral que caracteriza a Uruguay (89,60% en la primera vuelta) sugiere que el balotaje también verá una afluencia masiva a las urnas. El resultado, sea cual sea, tendrá implicaciones significativas no solo para Uruguay, sino también para el equilibrio político en América Latina.
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