El recuento en las elecciones regionales del Valle de Aosta avanza y, con un 13,7 % de los votos escrutados, se confirma el liderazgo de la Unión Valdôtaine (UV), aunque con un porcentaje algo menor al registrado en las primeras proyecciones. La formación autonomista de corte centrista y soberanista alcanza ahora el 27,6 % de los sufragios, manteniendo una ventaja clara sobre sus rivales, pero sin lograr por el momento un margen que le garantice gobernabilidad en solitario.
Reparto provisional de apoyos (13,7 % escrutado)
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Unión Valdôtaine (UV, centro soberanista): 27,6 %
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Alleanza dei Cittadini (AdC, centro regionalista): 13,9 %
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Forza Italia (FI, conservadores): 12,1 %
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Fratelli d’Italia (FdI, conservadores): 11,5 %
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Lega (conservadores): 8,9 %
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Partito Democratico (PD, socialdemócrata): 9,2 %
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Aosta Aperta (izquierda): 6,6 %
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Alleanza Verde e Sinistra (AVS, izquierda): 5,6 %
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Aosta Futura (antisistema): 4,7 %
Fragmentación en el bloque conservador y equilibrio en la izquierda
El panorama muestra una división notable dentro del campo conservador, con Forza Italia, Fratelli d’Italia y Lega compitiendo en un margen muy estrecho que suma en conjunto alrededor del 31% de los votos. Este bloque rivaliza directamente con la hegemonía regionalista de la UV.
En el flanco progresista, el Partito Democratico se mantiene en un discreto 8,4%, mientras que las fuerzas de izquierda alternativa —Aosta Aperta y AVS— superan conjuntamente el 11%, confirmando un peso significativo de estas formaciones en la política local.
Perspectivas de gobernabilidad
Con un sistema político tradicionalmente caracterizado por la necesidad de pactos transversales, el futuro ejecutivo regional dependerá de las alianzas postelectorales. La ventaja de la Unión Valdôtaine le otorga un papel central, pero el peso de las segundas fuerzas, tanto regionalistas como conservadoras, será determinante para configurar una mayoría estable en el Consejo Regional.
El recuento aún es preliminar, y se espera que los próximos datos confirmen si la UV logra ampliar su ventaja o si la fragmentación abre la puerta a una negociación más compleja para la formación del nuevo gobierno autonómico.
Contexto
El predominio regionalista y la hegemonía de la Unión Valdôtaine
La Unión Valdôtaine (UV) ha sido durante décadas la fuerza política de referencia en el Valle de Aosta. Desde los años setenta, ha sabido capitalizar el sentimiento autonomista, la defensa del estatuto especial y la identidad regional para posicionarse como actor central en la política valdostana.
La UV gobernó casi de forma continua desde 1974, salvo breves interrupciones, y ha sabido adaptarse a los vaivenes de la política nacional para mantenerse competitiva.
Sin embargo, ese dominio no ha sido absoluto ni lineal: con el paso del tiempo han emergido otras fuerzas regionalistas o localistas, escisiones y coaliciones que han puesto a prueba su centralidad.
Fragmentación regionalista y nuevas formaciones
Desde los años 80 y 90, el panorama político valdostano ha vivido procesos de fragmentación, fusiones y recomposiciones entre partidos regionalistas. Un ejemplo es la formación de los Autonomisti Democratici Progressisti (ADP) en 1984, surgido de la fusión entre la Unión Valdôtaine Progressiste y los Demócratas Populares, que en algunos momentos compitió fuertemente contra la UV.
Más recientemente, partidos como Mouv’, Alleanza Valdôtaine (AV) o la coalición Vallée d’Aoste / VdA han jugado un papel en el reequilibrio político regional. Por ejemplo, Mouv’ fue una escisión progresista que, tras cierto tiempo en el espectro independiente, acabó fusionándose nuevamente con la UV en 2024.
En 2019, la unión de los antiguos partidos regionalistas progresistas dio lugar a la Alleanza Valdôtaine (AV), que ya en 2024 fue fusionada con la UV tras un congreso extraordinario.
Por otro lado, la escisión reciente Rassemblement Valdôtain (RV) nació en 2023 desde el ala conservadora de la Lega local buscando reafirmar un regionalismo conservador independiente.
Estas dinámicas muestran que, aunque la UV sigue siendo la referencia, no explotarla como fuerza hegemónica incontestable: el regionalismo local está en constante recomposición.
El papel de las fuerzas nacionales — conservadores y progresistas
A lo largo de los años, las formaciones nacionales como la Lega, Forza Italia, Fratelli d’Italia o el Partito Democratico han mantenido una presencia residual en el Valle de Aosta, generalmente subordinadas al eje autonómico regionalista.
No obstante, en momentos de descontento, estos partidos han podido capitalizar votos de protesta o fragmentar el electorado regionalista. Además, con el ascenso del bloque de derechas en Italia, las fuerzas conservadoras han buscado reforzar su visibilidad también en las regiones de estatuto especial.
Por el lado progresista, el PD ha sido aliado ocasional del UV en gobiernos de coalición, pero nunca ha logrado convertirse en un actor dominante en la región, precisamente por la fuerza del componente identitario y local en la política valdostana.
Reformas electorales y retorno de las preferencias múltiples
Un elemento reciente crucial: en febrero de 2025, el Consejo regional aprobó una reforma para reintroducir la posibilidad de expresar hasta tres preferencias en las elecciones regionales, una medida que fue sometida a referéndum confirmativo el 10 de agosto y aprobada por los votantes.
Esto representa un cambio sustantivo en la mecánica electoral regional, pues se busca aumentar la competencia interna (por las preferencias) y mejorar la representatividad (incluyendo una redistribución de género). El PD, fuerzas centristas y la UV en su conjunto defendieron la reforma, mientras que Alleanza Verdi Sinistra (AVS) interpuso un recurso, argumentando que el procedimiento electoral ya estaba iniciado, pero dicho recurso no prosperó.
La regla de asignación de escaños y el posible “premio de mayoría” (que se activa si una lista o grupo supera el 42 %) siguen vigentes en la normativa regional.
Este cambio introduce nuevas dinámicas en la campaña: los candidatos de cada lista compiten también entre sí por las preferencias, lo que puede incentivar la personalización y atraer apoyos locales más específicos.
La campaña electoral de 2025
Durante la campaña regional se destacaron varios temas recurrentes:
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Autonomismo y defensa del estatuto especial: las formaciones regionalistas aprovecharon la ocasión para marcar carácter frente al poder central, reivindicando recursos, competencias y el rol simbólico de la región.
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Gobernanza regional y críticas al pasado: la UV y sus aliados reclamaron eficiencia y continuidad administrativa, mientras los partidos de oposición cuestionaron el pasado gobierno (desequilibrios, obras, finanzas) y pidieron renovación. En el mitin final de Forza Italia, por ejemplo, se habló de “licenciar al gobierno regional que ha producido un superávit” como metáfora de que no siempre tener excedente presupuestario es sinónimo de buen gobierno.
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Alternativa de centro-derecha unida: FI y Renaissance Valdôtaine llevaron una campaña conjunta en la recta final, apostando por un mensaje de unidad frente al dominio histórico de la UV.
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Pluralismo y espacio para la izquierda regionalista: coaliciones como Valle d’Aosta Aperta buscaron posicionarse como referente de la izquierda autonómica, con énfasis en ambiente, derechos sociales y contraposición al centralismo.
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Movimientos emergentes de corte antisistema o crítico: vale mencionar que el partido Democrazia Sovrana Popolare (DSP), liderado por Marco Rizzo y Francesco Toscano, lanzó campaña para presentarse en la región, proponiendo temas como fortaleza de la sanidad pública, rechazo al rearme europeo y ruptura con esquemas centrales tradicionales.
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