Chile presenta queja diplomática ante Argentina por declaraciones sobre Hezbolá

El gobierno chileno ha expresado una protesta formal ante las autoridades argentinas, tras las controvertidas afirmaciones de Patricia Bullrich, ministra de Seguridad Nacional de Argentina, sobre la posible actividad del grupo chií libanés Hezbolá en Chile. Christian Hodges-Nugent, responsable de la División de América del Sur del ejecutivo chileno, hizo entrega de una nota de protesta a Javier Lareo, segundo al mando de la Embajada de Argentina en Santiago, confirmaron fuentes del Ministerio de Exteriores de Chile.

Esta acción diplomática viene a confirmar los anuncios previos del presidente chileno, Gabriel Boric, quien había anticipado la entrega de dicha nota y reclamó respeto hacia Chile, además de exhortar a Argentina a abstenerse de hacer acusaciones sin fundamentos sólidos. En un tono crítico, Manuel Monsalve, viceministro del Interior de Chile, denunció el miércoles que las declaraciones de Bullrich podrían tener la intención de perjudicar la reputación de Chile, sugiriendo una posible coordinación en las acusaciones recientes sobre organizaciones terroristas que involucran a figuras políticas estadounidenses y argentinas.

Por su parte, Carolina Tohá, ministra del Interior de Chile, ha rechazado la existencia de cualquier amenaza inminente de Hezbolá en el país, y criticó directamente a Bullrich por sus declaraciones que apuntaban a una presencia del grupo en Iquique, además de mencionar ciudades en Brasil y Perú.

El embajador de Chile en Estados Unidos, Juan Gabriel Valdés, ha respondido a críticas similares del senador estadounidense Marco Rubio, quien había reprochado a Chile por no designar formalmente a Hezbolá como organización terrorista. Valdés ha enviado una carta al Congreso de EE.UU. refutando las afirmaciones de Rubio, calificándolas de infundadas y un insulto al pueblo chileno. Este intercambio ocurrió durante una sesión del subcomité de Relaciones Exteriores del Hemisferio Occidental del Senado de Estados Unidos, donde el subsecretario adjunto del Departamento de Estado para América Latina y el Caribe, Mark Wells, defendió la posición de Boric y su compromiso con los derechos humanos a nivel global.