Con la llegada de la nueva cultura digital, la industria del juego online en España ha tomado mucha fuerza. Las plataformas sorprenden con cada lanzamiento y su caudal de usuarios se ensancha cada vez más. Los casinos online se posicionan como una de las principales fuentes de entretenimiento y generan aportes significativos al PBI nacional.
Su éxito se vio catapultado con la puesta en escena de productos nunca antes experimentados, que incorporan elementos de la realidad al campo virtual y ofrecen al usuario una nueva experiencia. La popularización de juegos en vivo como la ruleta mega fire blaze se debe a que esta dinámica cautiva a los jugadores, haciéndolos sentirse como si estuvieran en el caso físico.
Su influencia en la población ha llevado al Gobierno a tomar posición respecto al galopante desarrollo del sector. Desde el Ministerio de Consumo se plantearon nuevas regulaciones para una mejor supervisión de las empresas explotadoras de juego. La emisión de licencias a operadores seguros y el control fiscal fueron los objetivos principales. Desde entonces, el sector crece bajo marcos más transparentes.
El control fiscal de los casinos online en España
España es uno de los países europeos con más aficionados a los juegos de azar online y las empresas de juego han sabido aprovecharlo, pero su éxito desembocó en la proliferación de sitios ilegales que no acatan a ninguna regulación de cuidado al usuario y los exponen a posibles estafas propias del entorno digital.
Fue en 2021, bajo la dirección del Ministro de Consumo Alberto Garzón, que se promulgó una actualización de la Ley 13/2011 que incidía en la expansión del negocio de las empresas de juego. La postura de Garzón fue criticada por algunos sectores que tildaron al Ministro de “mano dura”. Las regulaciones limitaban, principalmente, la libre emisión de publicidad.
El Gobierno logró un mayor control fiscal sobre el mercado. Actualmente, la industria genera significativos aportes a través de juegos célebres como la ruleta en vivo, el blackjack y las tragaperras online. Según la ley, los casinos online están sujetos al pago impositivo del 20% – 25% sobre sus ingresos brutos. Las recaudaciones están destinadas al arca pública que invierte en programas de infraestructura y bienestar social.
El sector del juego aporta alrededor del 1% del PBI nacional y el último informe trimestral emitido por la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) indica que en 2023 hubo un crecimiento del 23,60% con respecto al 2022. La recaudación neta del sector del juego entre julio y septiembre fue de 304,25 millones de euros. Estas sumas representan un valor altísimo en comparación con otros sectores.
Generación de empleo
Como cualquier industria en desarrollo, la del juego también es motor en la generación de puestos de trabajo. A diferencia de los casinos de tierra, en donde los empleos constan de un equipo que pueda atender presencialmente, los casinos online requieren de personal con otro tipo de competencias. La era digital pateó el tablero de las carreras tradicionales y abrió una nueva gama de profesionalización.
Las empresas de juego online requieren de las profesiones digitales más demandadas en España; expertos en marketing digital, desarrollo de software, ciberseguridad, diseño web, entre muchos otros. Las plataformas de los mejores casinos online invierten en la creación de interfaces inteligentes e intuitivas que requieren de una labor hecha por recursos humanos especializados.
La creación de puestos de trabajo es esencial para motorizar la economía. Durante el 2022 los casinos online generaron más de 15.000 empleos directos y 77.000 indirectos en España. La industria del juego online se consolidó como un mercado amigado con los cambios generacionales y la innovación. Se espera que el sector continúe en ascenso y, por ende, aumente la bolsa de trabajo.
Disminuye la inversión en marketing
La inversión en marketing, sin embargo, es una de las pocas áreas que ha mostrado un descenso. El gasto del último trimestre según el informe de la DGOJ fue de 93,33 millones de euros con una disminución de -4,93%. En el desglose de categorías, el gasto en publicidad fue de 33,20 millones de euros y presenta una tasa negativa del -5,9%.
La baja en esta inversión podría estar relacionada con las restricciones impuestas por el Ministerio de Consumo. La publicidad quedó estrictamente limitada a ciertos horarios con la total censura de ciertas promociones en particular. No obstante, la baja no pareciera haber generado un impacto brutal; el GGR del 2023 es mayor al de 2022 y el pronóstico del sector para los próximos años es positivo.
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