Si hay algo que tienen claro en Unidos Podemos es que deben sobrepasar al PSOE en las elecciones del 26-J: adelantarlo en votos, en escaños, y cuanto más claramente, mejor.
En UP razonan del siguiente modo: “Una vez conseguido el sorpasso, cuanta más ventaja tengamos sobre el PSOE, dispondremos de más poder para negociar. Sumando los escaños del PSOE a los nuestros, conseguiremos la mayoría, porque la regla D’hont nos dará cada vez más diputados. El PSOE entonces tendrá que apoyarnos, porque si le ganamos claramente y opta por apoyar al PP, quedará retratado y hundido. Si no nos apoyaran les haríamos desaparecer del mapa en cuantas elecciones, autonómicas o generales, se convocaran después.”
El razonamiento parece impecable, pero parte de un presupuesto previo: que el sorpasso, al conceder más diputados a UP, beneficia al bloque de izquierdas, que logrará así una mayoría más clara.
¿Pero es esto así?
Durante estos días muchas encuestas dan por hecho el sorpasso de UP sobre el PSOE. La opinión pública, incluso la menos politizada, puede estar empezando a asumirlo, y en unas elecciones la psicología del votante resulta clave. Siendo así, ¿cómo reaccionará el votante del PSOE al convencerse progresivamente de que su partido es un partido “perdedor”?
El conocido “efecto arrastre” hace que a la hora de votar una parte del electorado abandone a los que percibe como perdedores y se una a los que ve como ganadores. Por lo tanto, la estrategia de UP debería darle más votos conforme se acerquen las elecciones.
Pero hay dos problemas:
- Primero: Hasta un 40% de los votantes del PSOE dice que jamás votará a Unidos Podemos. Por tanto, si muchos de ellos acaban por abandonar al PSOE el día de las elecciones, no todos esos abandonos recalarán en UP. Algunos votantes socialistas, desencatados, optarán por la abstención. Y otros, incluso, podrán votar a Ciudadanos o hasta al PP si su rechazo a Podemos es realmente grande.
- Segundo: Hacer bajar en votos al PSOE le resta diputados. ¿Será compensado esto con la subida de escaños que experimentará UP?
Solo el primero de estos dos problemas debería bastar para que, desde UP, nadie deseara una subida demasiado grande para su propio grupo: las pérdidas del PSOE beneficiarán, aunque sea mínimamente, a Ciudadanos o incluso al PP, y la mayoría de izquierdas que busca Podemos se esfumaría.
Pero ignoremos ese hecho, y centrémonos en la situación más favorable de las que se pueden dar para UP: que todos los votos que pierda el PSOE, acaben yendo para UP.
Según el promedio de encuestas de hoy, 6 de junio, si se celebraran elecciones, estos serían los resultados:
PP: 29,6 % de votos.
UP: 24,4 %
PSOE: 20,8 %
C’s: 15,0 %
Si utilizamos la excelente electocalculadora de Lutxana y Johnniezq, provincializamos estos datos, y obtenemos el siguiente mapa que refleja el primer partido para cada provincia:
Pero ahora supongamos que UP arrebata al PSOE un 5% adicional de votos entre el día de hoy y el de las elecciones. En ese caso, UP casi empataría en votos con el PP, y el mapa del primer partido por provincias quedaría así:
Pero ahora comprobemos cómo varía el reparto de escaños:
Aunque el bloque UP+PSOE suma exactamente los mismos votos en ambas situaciones, al transferir un 5% de votos desde el PSOE hasta UP, el bajón en escaños que experimentan los socialistas no es compensado por la subida de Podemos. En la situación actual (quesito de la izquierda) , el bloque de izquierdas supera al de derechas por 166 a 158 escaños. Pero si el sorpasso va a más, tendemos a una situación (quesito derecho) en la que el bloque de derechas supera al de izquierdas por 164 a 160.
¿Cómo es posible algo así? Porque ante el descenso del PSOE, este partido perderá su único escaño en bastantes provincias, y esos restos, a veces, caerán del lado de PP y Ciudadanos. Por lo tanto, un sorpasso moderado de UP al PSOE (como el que estamos viviendo en estos días) puede resultar bueno para la estrategia de gobierno de los de Iglesias. Pero un sorpasso excesivo a quien beneficia es a los terceros partidos, por la mera aplicación de la ley electoral, incluso aunque no se lleven ni uno solo de los votos que el PSOE pierda en el proceso.
Ni que decir tiene que, en un escenario más realista, el PSOE no solo cederá votos a UP, sino también a Ciudadanos y sobre todo a la abstención. Y si es así, la izquierda ya se puede despedir de cualquier esperanza de mayoría.
Para comprobar este efecto, nada mejor que hacer cuantas simulaciones se quiera en la excelente electocalculadora de esta página, o en cualquier otro extrapolador de escaños: siempre obtendremos la misma conclusión. Si lo que necesita Iglesias es pactar con el PSOE para gobernar, lo que menos le interesa es que éste baje del 20% de los votos.
El sorpasso encierra en su seno una semilla envenenada de la que no se habla en Podemos, entusiasmados como están con la situación: si su éxito es excesivo, les impedirá formar gobierno y se lo entregará a sus adversarios.
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